El Reino de Dios y el wokismo

Hace tres meses, escribíamos el artículo El wokismo en retirada, en que ya apuntábamos la dirección en que se iban a precipitar los acontecimientos en relación con esta nefasta ideología progre del NOM llamada woke.

El progresismo está llegando a unos extremos de fanatismo que osa convencer a masivamente a la sociedad de sus disparatados planteamientos ideológicos irracionales y aberrantes, acientífico y ajenos a sentido común y a la ley natural, con toda tranquilidad o loca osadía, y –por desgracia- hay muchos compran esta mercancía averiada –y siniestra-, y que nos tenemos que lo hacen por cobardía, por intereses económico y/o porque comparten el  mismo grado de perversión intelectual y moral, es decir, satánica.

El Mal es tan malo que deja de ser medianamente inteligente para ofuscarse preso de su maldad que ansiosamente pretende consumar, de manera que desbarra dejando en evidencia sus indisimuladas intenciones de hace daño a la Humanidad.

Decíamos al comienzo de este artículo: “No nos cabe la menor duda de que Dios ha hecho el mundo de tal forma que, llegado a un punto extremo, no fuera más allá y descarrilara; es decir, que su creación humana, en su devenir histórico,  no se echara a perder. De ahí que el sentido común y moral de las personas por mucho que se le intente subvertir siempre persistirá, y tarde o temprano, se levantará diciendo ¡no, no, por ahí no paso! Y así, pues, con esto de wokismo está poniendo pies en pared.”

Y en efecto, Dios que ha creado este mundo, que lo ama, que ha dado la vida por él, no va a permitir que el Mal tenga la última palabra y que se imponga a su Reino de amor y santidad. No, su reinado sostenedor y vivificador de cuanto existe no va a dejar de eficazmente seguir existiendo hasta el fin de los tiempos. Como dijera Jesús, refiriendo a su Iglesia, pero que vale para toda la Humanidad, “el poder del infierno no la derrotará” (Mt 16,18).

Pues ya ven:

¡En fin, que, gracias a Dios, en wokismo está llegando a su fin!

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