Transexualismo. Dios les creo hombre y mujer

Así comienzan las primeras líneas de la Palabra del Dios referente a la historia humana: «Y Dios creó al hombre a su imagen; lo creó a imagen de Dios, los creó varón y mujer (Gén 1,27).

Se hace urgente tratar a fondo el asunto de la ideología de género. Pues «estamos frente a una verdadera y propia emergencia educativa, en particular por lo que concierne a los temas de afectividad y sexualidad”, dice el Vaticano.

El Vaticano se pronunció sobre el tema en la escuela con un documento de la Congregación para la Educación Católica titulado “Varón y mujer los creó. Para una vía de diálogo sobre la cuestión del gender en la educación” (Lo puede ver y descargar: http://www.educatio.va/content/dam/cec/Documenti/19_0998_SPAGNOLO.pdf)

Animamos a leerlo, pero nosotros vamos a realizar algunas reflexiones al margen.

Este tema ha irrumpido en estos últimos años con un protagonismo extraordinario, y hasta de manera avasalladora. Cada vez está más presente en las calles, en internet, en los medios de comunicación, en los espectáculos, en las películas y series, en las escuelas, etc.; con una exigencia agotadora (vamos, como si no hubiera un mañana).  

Se corre el riesgo que por un loable motivo de que no se discrimine y se respete y de la consideración debida (como a cualquier persona), etc., al margen de cuál sean sus preferencias o inclinaciones distintas a las comunes (varón-mujer), de que se lleve el asunto a un enaltecimiento, promoción, etc. (con tintes proselitistas), y que se les vaya la mano, tratando de convertir al máximo número a través de del adoctrinamiento invasivo.

Las redes sociales y la enseñanza sobre la transexualidad en las escuelas pueden estar influyendo en los niños para que se planteen cambiar de sexo.  Y un cambio a base de artificiosamente (de hormonarse y de la cirugía) modificar el cuerpo; modificación sin posible retorno —en España, este cambio es facilitado por el Estado; ahora si luego te arrepientes y quieres retornar a tu condición anterior, ya no; está prohibido por la ley Trans, y esto incluso si fuera posible quirúrgicamente—. Es decir, hay derecho para ir (convertirse), pero no para volver (arrepentirse).

A este respecto, ya han comenzado a darse casos de querer reconvertirse a su estado anterior y no haber esa posibilitad al fisiológica, se están dando denuncias.

Pero hay más el riesgo de que a un adolescente, aún no desarrollado del todo ni maduro, en la ley Trans española se permite que puedas cambiar de sexo —aunque seas menor de edad, con 14 años— sin la autorización de los padres.

El Estado adoctrina en las aulas a los niños, al margen de la voluntad de los padres, y luego el mismo Estado posibilita el cambio, también al margen de los padres. ¿Es realmente justo esta apropiación del poder estatal arrebatando a los padres el derecho y responsabilidad de custodiar y educar a sus hijos según lo que estimen mejor?  

Y una pregunta más, ¿todo este movimiento colosal de adoctrinar por tierra, mar y aire, no solo ya en la escuela, sino en todas las fuentes de información, y a todo el mundo y edades, sin discernimiento y creando cierta confusión…  con tanta sigla (LGBTIQ+, hasta más de 100), está medido en sus consecuencias sociales y personales?

Por lo demás, en todo esto hay muchos intereses (de poder, ideológicos, políticos, económicos, y de toda índole, también oscuros), que juegan sus bazas utilizando a personas de este colectivo —que merecen todo el respeto y consideración, y que desde la visión de fe cristiana, son hermanos—.

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