Durante años hemos asistido a todas las manifestaciones (uno o dos anuales), y siempre —lo pueden ver en la categoría «Aborto»— nos hemos quejado la lamentable baja participación de la ciudadanía madrileña -y especialmente de los cristianos-; sin embargo, en eta manifestación hemos de regocijarnos con las gran y sorprendente participación, varias decenas de mil (unos 80.000). Las imágenes hablan por sí mismas.
Estos son los hechos: En Madrid, tuvo lugar una manifestación anti-OTAN, tan solo tuvo 2.200 personas. También un numero semejante, 2.000 personas secundaron la movilización en Bilbao a favor de la Sanidad pública. Y en un rincón de la plaza de Colón de Madrid, es decir, a unos metros de donde se daba la gran manifestación Provida, se concentraban 200 personas por Ucrania. Hubo otra lejana, una manifestación o marcha de unos pocos, «cuatro personas desperdigadas», en Washington, contra la derogación de la ley Roe.
Pues vean: Estas varias manifestaciones que entre todas juntas no han tenido ni un 10% de la manifestación Provida, y sin embargo, (si existe el pódcast; lo pueden comprobar) en la televisión pública española TVE, en su telediario de las 15:00 horas, a estas, a cada una, las ha dedicado mayor tiempo y en mejor lugar la atención. La manifestación por la vida la han mencionado al final y como de pasada. En el telediario de las 21:00, otra tanto de lo mismo; a la manifestación de Provida tan solo la dedicaron 9 segundos, y en el último momento. Estos son datos. Juzguen ustedes mismos.
El Para cerró ayer en la X Jornada Mundial de las Familias. Nadie, ninguna televisión o medio lo ha ni citado. Otra cosa hubiera sido si hubiera ocurrido algo que perjudicara a la Iglesia. Esta es la realidad en que vivimos. Que tomen nota algunos. Esta sordina que se pone en todos los asuntos referidos al cristianismo se ve de continuo en todo cuanto está sucediendo: han visto cómo han tratado, o mejor, como no han tratado los tremendos asesinatos terroristas contra cristianos en Nigeria de días atrás, o cómo opacan las noticias de ataques a iglesias en todas las partes, o la abrumadora persecución que el cristianismo sufre en todo el mundo.
Una cosa más al respecto de los medios: Tanto la Trece como la Cope, medios católicos de la Conferencia Episcopal, más les valdría tener más consideración con el único partido más cristiano: VOX, y el único partido parlamentario que ha apoyado la manifestación. ¿Y el PP?
Esta ha sido, aunque no haya tenido mediáticamente la relevancia que merecida, una manifestación importantísima, que pone de manifiesto que hay una conciencia social, una sensibilidad en el fondo, que no se puede dejar de reconocer y que aflora en cuanto se la alienta y posibilita. Porque al situación moral y cultural es más grave de lo que se quiere hacer entender por parte de quienes tienen la responsabilidad de dirigir los destinos de las personas del presente y del futuro de nuestros pueblos.
Y estas cosas graves que están sucediendo, y que atinadamente ayer se puso de relieve fueron cosas como estas:
“Es fundamental movilizarse y defender los fundamentos cristianos de nuestra sociedad frente al implacable desorden social. No estamos hoy aquí en un debate del pasado, sino para tomar conciencia y prepararnos para el debate del futuro” “La derogación del aborto en Estados Unidos nos demuestra que el debate de la cultura de la vida no está ni mucho menos cerrado. Vamos a estar más presentes, unidos y activos que nunca”. «La cultura de la vida siempre va a ganar a la cultura de la muerte, que es la expresión de la esclavitud de ayer». «Con humildad, pero con ambición. No podemos ser parte de un silencio cómplice y culpable. Nos movilizamos porque el debate más silencioso, difícil y complejo es el que quiere destruir un orden basado en los fundamentos cristianos».«Nos prometen ser felices sin tener nada, porque esa nada es lo único que nos pueden ofrecer» (Jaime Mayor Oreja).
«El Gobierno quiere cambiar la realidad y decir que matar es bueno y compasivo, mientras que cuidar, rezar, ayudar a los que necesitan que les tiendan una mano, en cambio, es malo”. “No podéis decidir quién vive y quién muere ni empujar a la sociedad a que lo haga. Porque cada vida importa”. “Quieren hacernos ver como moral que las niñas de 16 años puedan acudir a abortar sin que sus familias, que son las personas que más las quieren y que más se preocupan por ellas, lo sepan”. «No tengáis miedo» les ha dicho a los asistentes, en referencia a las primeras palabras de Juan Pablo II tras elegido papa. Un «no tengáis miedo», esta vez en referencia a salir a la calle y manifestar sus opiniones junto a otros, porque «es más fácil de manipular alguien que está solo«. (Carmen Fernández de la Cigoña)
La batalla por la vida y por la dignidad de las personas, su naturaleza, la Verdad y los valores cristianos está más viva que nunca, y hay que seguir dándola y cada vez con mayor resonancia y participación activa de todos, especialmente los que nos decimos cristianos.