- Si Dios no domina, no ejerce su voluntad sobre nuestros corazones, si no respondemos a su dinamismo, si no somos llevados por su Espíritu, con sus frutos; no pertenecemos al Reino de Dios, pues no estamos bajo su soberanía.
- Si miras la belleza y te quedas extasiado eres un esteta o un artistas. Si miras (sientes) el amor y te quedas extasiado eres un contemplativo o un santo.
- La Humildad y el desprendimiento de uno mismo viene a ser como un dogma para quien desee ser cristiano y santo. «Gustad de ser ignorados y tenidos en nada. Después de haberlo dejado todo, es necesario dejarse, sobre todo, a sí mismo.» (Sta. Teresa de Lisieux)
- Que la Iglesia Católica-Ortodoxa es la legítima y verdadera el cuerpo místico de Cristo. Su autenticidad además de verse en la Escrituras, también se comprueba en la Patrística y Tradición; pero no vamos a entrar en ello, pues basta con dos evidencias tangibles: es en la que más milagros se producen y es la más eficaz en las expulsión de los demonios de los poseídos.
- Hay una estimativa natural para lo espiritual, la de los inocentes. Estimativa natural: es la facultad de estimar la conveniencia o nocividad de los objetos sensibles, sin previa experiencia. En realidad, es la parte cognoscitiva del instinto. (Un animal sabe qué hiervas le conviene y cuáles le perjudican). -La filosofía escolástica la llama cogitativa-.
- Dios colabora con el ser humano, hace avanzar y mantener las cosas para el bien, en todos los órdenes; aunque no se crea en Él. Si Dios se ausentara, quizá se le echara de menos, y el hombre se volvería hacia él buscándole. Aunque no se le aprecie Dios está aquí, en medio, como ausente; sin dejar de salvar a la humanidad.
- Creer ennoblece. Al creer le es consustancial la aspiración al bien y a la bondad. Creer conduce a amar, a ser honrado, generoso…, desarrolla el corazón, nos mejora, engrandece, eleva, santifica.
- El cristianismo cuanto menos es un prodigioso humanismo. El ideal de hombre y la filosofía del cristianismo son insuperable, son la más alta y estimable perfección de la naturaleza humana y de un humanismo prodigioso.
- La creencia se tiene que demostrar por la bondad que produce; pues le es inseparable, pues el objeto de la fe, Dios, Bondad pura.
- Jesucristo se hizo semejante a ti, hombre, y ahora, tu, hombre, te tienes que hacer semejante a El.