“El demonio no juega… te va a hacer daño”, padre Petit

Javier Navascués publica en Infocatólica una muy interesante entrevista con el P. Luis Petit, barcelonés y exorcista de la archidiócesis de Barcelona, de la cual extractamos algunos trechos.

Navascués indaga si no hay un cierto “blanqueamiento” a nivel social de lo que tiene que ver con el maligno.

El P. Petit responde afirmativamente: “Sí, se presenta lo demoníaco como algo agradable, como algo simpático, como algo atractivo y en cambio se presentan las cosas de Dios y la religión como aburridas, como que te coartan la libertad, etc. y esto es peligroso porque evidentemente el demonio, como decía San Ignacio de Loyola, es el enemigo de la naturaleza humana. Busca siempre hacernos daño”.

Entre tanto, “el demonio no juega. Tú puedes pensar que es simpático, que es agradable o que es más divertido, pero de una manera u otra siempre te va a hacer daño”.

El periodista hace notar al sacerdote sobre la paradoja, de que aunque en los púlpitos no se hable de la deletérea acción del maligno, su figura esté crecientemente presente en la sociedad.

Es cierto que hay como una paradoja entre la ausencia de la predicación sobre el demonio especialmente en la Iglesia Católica y su presencia constante en el mundo secular. Camisetas, tatuajes, canciones, películas, amuletos, etcétera. Creo que responde al hecho de que el demonio por un lado quiere permanecer oculto, pero por otro lado busca ser adorado y ser el centro de atención. Esto lo resuelve simulando su presencia como un símbolo de rebeldía y anticristianismo, como si fuera sólo una cuestión estética. Pero detrás de esa moda está él mismo. Deberíamos recuperar la enseñanza sobre este tema, sin exageraciones, simplemente siendo fieles a la Escritura. Desde el Génesis hasta el Apocalipsis aparece la existencia y acción del demonio”.

En España el Halloween puede estar convirtiéndose en una tradición, en un cierto reemplazo de la cultura cristiana por ritos paganos: “Una sociedad como la nuestra que renuncia a sus raíces cristianas se ve obligada a sustituir las fiestas y celebraciones por otras. Y puesto que estamos en una época de dominio del mal y de la cultura de la muerte se celebra el mal y la muerte. Se prefieren las tinieblas a la luz, especialmente porque la luz pone de manifiesto las malas obras como dice Jesús”.

Obras o películas muy promocionadas, “desde Harry Potter a Crepúsculo”, presentan al ser malvado de forma simpática o seductora, interviene Navascués.

El demonio busca seducir. Se presenta de manera seductora a Eva. Se nos presenta en el Génesis como una serpiente, queriendo señalar que es sigiloso, difícil de detectar su presencia, pero trae un veneno de muerte. A Jesús en el desierto se le presenta de una manera seductora también. Incluso cita la Biblia para cumplir su propósito. Siempre va a seguir tentando con la idea de qué Dios no quiere nuestra felicidad. Y esto lo va a presentar de todas las maneras posibles: a través de ideologías, de literatura, de música, etcétera”, responde el sacerdote.

El P. Petit tiene comentarios particulares acerca del tema de la música:El tema de la música es peligroso. Y me llama la atención que no se suele incluir en las posibles puertas de apertura a una acción de Satanás en nuestras vidas. Si una persona canta una canción donde pide reiteradamente que el diablo vaya a él, hay un peligro real de que esto suceda. Una persona puede quedar afectada por presencias diabólicas por culpa de las letras de las canciones. El peligro no está en mensajes subliminales y cosas de estas que a veces se buscan. Sino que el peligro está realmente en hacer invocaciones diabólicas. También quedar afectados por un tipo de mensaje que nos lleva al mal y al pecado. Además, yo incluiría aquí un tipo de música que no es agradable. Dios ama la belleza y ha creado la naturaleza humana de tal modo que sienta una atracción por la belleza”.

El sacerdote destaca un pasaje de la película Nefarious, en las que el demonio manifiesta temor al sacerdote y su poder.

Finalmente se explaya sobre qué puede ser natural y qué preternatural en las afectaciones mentales:

“Creo que una sociedad alejada de Dios y que rechaza el orden natural es una sociedad enferma y enfermante. Hay una acción ordinaria del diablo que es la tentación, que explica la locura a la que está llevando a nuestra sociedad occidental. La naturaleza no perdona nunca. Rechazar el orden natural y la moral produce la enfermedad del alma. Pero, además, abrir la puerta a lo diabólico une a esta sociedad enferma con una presencia del mal, en algunos casos con signos preternaturales. Es imposible dar un porcentaje, pero no tengo dudas de que algunos casos que se presentan como trastornos mentales son en realidad influencias demoníacas. Lo ideal sería que un psiquiatra supiera reconocer que hay diagnósticos que escapan a las tipologías patológicas. Que se diera cuenta de que ahí hay algo que no encaja. Evidentemente un exorcista reconoce por su lado la existencia de enfermedades mentales de origen natural”.

Gaudium Press