Pobres y a contracorrienteEl Papa Francisco resaltó ayer que los cristianos son hombres y mujeres ‘contracorriente’. Es normal: porque el mundo está marcado por el pecado, que se manifiesta en diversas formas de egoísmo y de injusticia, quien sigue a Cristo camina en dirección contraria. No por un espíritu polémico, sino por fidelidad a la lógica del Reino de Dios, que es una lógica de esperanza, y se traduce en el estilo de vida basado en las indicaciones de Jesús.
Los cristianos “deben hacerse encontrar siempre en el otro lado del mundo, el elegido por Dios: no perseguidores, sino perseguidos; no arrogantes, sino mansos; no vendedores de humo, sino sometidos a la verdad; no impostores, sino honestos”. El Pontífice afirmó que la “pobreza” es la primera indicación y recordó cómo Jesús envía a los suyos en misión.. Cuando Jesús envía a sus discípulos en misión, parece que pone más atención en el ‘despojarlos’ que en el ‘vestirlos’. De hecho, «un cristiano que no es humilde y pobre, desapegado de las riquezas y del poder y sobre todo desapegado de sí, no se asemeja a Jesús«. El cristiano recorre su camino en este mundo con lo esencial para el camino, pero con el corazón lleno de amor. ACTUALIDAD CATÓLICA |