¡Una religión promocionada por el Nuevo Orden Mundial!
Para el budismo los elementos últimos que forman la base de todo el acontecer universal no son substancias materiales o espirituales, sino naturalezas y estados inestables. Buda defiende la doctrina de reencarnación y de la kármica retribución de los actos.
Este movimiento circular sólo se puede interrumpir si se destruye el no-saber y los males que de él resultan. El contenido del saber redentor son las «cuatro verdades sagradas»: -La causa del sufrimiento es la sed de vivir. -La liberación del sufrimiento está en apagar esa sed de vivir. -El «sagrado camino de las ocho sendas» nos conduce hacia la superación de la sed de vivir.
Quien haya conocido las Verdades sagradas y haya caminado por las ocho sendas entonces alcanza la salvación.
La meta es entrar el el nirvana (extinguirse). Y con ello se hace referencia al estado en que el afán de vivir está apagado por completo y las reencarnaciones han terminado.
De modo que el iluminado puede liberarse ya en vida de todo deseo para entrar tras su muerte en el nirvana perfecto.
La diversidad es en realidad sólo un engaño. Por ello no hay diferencia entre el samsara (el movimiento circular del devenir) y el nirvana. El conocimiento redentor es el siguiente: Estamos en el nirvana, el vacío es lo único real. Como pedemos colegir de esta síntesis de la doctrina vemos que el budismo forma parte de las religiones ateas, ya que no reconoce ningún Dios eterno. Para el budismo no hay ningún ser permanente, sino que todo se concibe en el trance de nacer y perecer. Por eso Buda niega también el concepto del «sí mismo» (alma), ya que no existen substancias perpetuas.
Como el Sistema no puede, a nivel general, extirpar del corazón de el hombre el sentimiento y el impulso religioso, consustancial con él, pretende sustituir las religiones que participan de la Verdad, y en especial el catolicismo (la Verdad revelada en plenitud) por unas filosofías, que sean lo más alejadas de ésta. Así, se impulsan los movimientos sectarios y el New Age, que distorsionan al máximo la transcendencia. Y también el budismo, una religión atea, que desconoce el alma humana.
Como vemos el budismo, que desconoce a Dios, objetivo del Nuevo Orden Mundial, produce hombres conformistas y sin aspiraciones, que guiados por una «ética» resignada facilitan la consecución de sociedades civiles ordenadas pero sometidas a la tiranía del Nuevo Orden Mundial, sin capacidad de respuesta. Esta es la respuesta final a la pregunta inicial:
Fuente y texto completo: https://www.religionenlibertad.com/una-religion-promocionada-por-el-nuevo-orden-mundial-20378.htm |