Algo grave está ocurriendo entre nosotros. Muy enferma debe estar una sociedad que da elementos que atentan contra lo sagrado.
Estos hechos de ataques contra los símbolos religiosos (como ahora la mutilación de una estatua del Sagrado Corazón, o la pintada amenazante de una iglesia, la burla o blasfemia contra la Virgen, etc.) proliferan desgraciadamente con más frecuente de lo que cabría esperar. Vean esta numerosa relación de ataques ruante el años 2019, recogidos en El Informe del Observatorio para la Libertad Religiosa (OLRC).
Es inevitable que haya gente enferma de espíritu y mente, fanáticos y sectarios satánicos y endemoniados, etc.; pero el que se dé de manera tan numerosa, da qué pensar.
El grado de perversión, maldad y encanallamiento de la sociedad en general es superior al de antes nunca. La gratuidad en hacer el mal, porque sí, sin ninguna razón, revela el gusto por el mismo establecido en una sociedad manipulable e inmoral.
Esto también indica el grado de influencia cada vez mayor de las fuerzas del Mal. Recuerda a lo del Evangelio: el mundo se halla bajo el poder del Príncipe de las tinieblas. Satanás está desatado…
«Quien escupe al cielo, a la cara le cae», dice un refrán español. Por estas tierras, producto de la inquina y hasta odio sembrado por todos aquellos que -haciendo el juego a los demonios que los carcomen por dentro- esparcen de alguna u otra forma la leyenda negra anticatólica y antiespañola. Es tristísimo que en la llamada «tierra de María» ocurran cosas de estás; pero son un aviso… de lo que aún está por llegar.
Jamás la Iglesia y el cristianismo han estado más desaparecidos de la escena pública -o sea, que no molestan, por así decir, con su significación-, es decir, no pintan nada y se meten con nadie, etc., y sin embargo, la cristianofobia ahí está. Les dejamos con la última fechoría de los amigos del anticristo, informa el diario ABC:
Entre la 1 y las 2 de la madrugada de este jueves 4 de junio, como barajan las investigaciones, unos individuos han asaltado el monumento dedicado al Sagrado Corazón de Jesús y han destrozado a golpes el rostro y las manos de la imagen.
Los vecinos, alertados por el ruido, comprobaron el suceso una vez realizado. El modus operandi de los autores fue utilizar un adoquín arrancado de los alcorques cercanos a la plaza y con este elemento, encaramarse a la imagen y golpearla hasta destruir la cabeza y las manos «en mil pedazos», como apunta a ABC el alcalde de la localidad, Juan Jiménez (PP), que se ha mostrado compungido ante estos «terribles» sucesos que califica como «actos terroristas contra el pueblo». Señala que la Guardia Civil y Policía Local ya lo están investigando para intentar localizar a los autores.
En declaraciones a ABC, el regidor ha mostrado su indignación y se pregunta «¿a quién se le ha podido pasar por la cabeza algo tan atroz contra el monumento más simbólico del pueblo?» que «han destruido totalmente: «Es un atentado contra nuestro pueblo».
El alcalde ha declarado que «lo reconstruirán totalmente» y «mandaremos un mensaje de tranquilidad a los vecinos para que no hagan conjeturas y dejen trabajar a las autoridades».
En las fiestas de la Virgen del Rosario del mes de octubre de 1952 se inauguró este monumento –el único que existe en La Roda- que es un símbolo para los vecinos de la localidad. Se sitúa en la plaza que lleva el nombre de esta advocación consagrada a España en 1919 por el rey Alfonso XIII y que es la más emblemática del pueblo.
Por su parte, el presidente de la Diputación de Sevilla, Fernando Rodríguez Villalobos, ha mostrado «su más absoluta repulsa» por este acto vandálico en su pueblo natal.
Villalobos, que ha reaccionado con «perplejidad» ante este acto, ha afirmado que el monumento es un «símbolo para todos los vecinos» de La Roda, ya que es una estatua situada en la plaza que lleva el nombre de esta advocación, consagrada a España en 1919 por el rey Alfonso XIII, y es «la más emblemática de la localidad».