Sembrando cizaña

 Desde el interior de la Iglesia, tristemente, salen, de cuando en cuando, con la frecuencia de gota malaya, maledicencias que no vienen sino a enlodar el ambiente, a encizañar y a desestabilizar a la propia Iglesia.

La reestructuración, renovación y limpieza de la Curia vaticana no iba a ser fácil. Y el papa Francisco lo sabía y lo está palpando en sus carnes. Hay quienes por defender lo que ellos estiman la doctrina fetén dogmática, y en su pasión, estos lobbies de presión ultracatólicos, se exceden imprudentemente, dando una pésima imagen de prudencia y ponderación, y creando malestar y hasta más daño, con sus salidas de tono, que lo que pretenden mejorar. Y los hay quienes por carrerismos o que se sienten como profesionales de lo sagrado, con derecho a no ser removidos, y se aferran a la posición conseguida, acomodaticios inmovilistas, se revuelven temerosos de perder su estatus, pues no han venido a servir sino a ser servidos. Y todos ellos, utilizados por el demonio, que siempre como león rugiente busca a quien devorar. Y por último, están los infiltrados, que aunque sean “religiosos” o vistan como tal, su alma tiene otra obediencia.

Pues, esta gente anda soltando insinuaciones, chismes, bulos, filtraciones, etc., a la más mínima oportunidad para perturbar y enrarecer el clima en el Vaticano y en general contra la figura del Santo Padre.

Últimamente, esta pobre gente se ha dedicado a provocar una ficción de enfrentamiento de contraposición de papa emérito Benedicto contra el papa Francisco.

Ayer mismo salió el cardenal Juan Luis Cipriani a atajar este hecho, diciendo que “contraponer contraponer Francisco a Benedicto es un objetivo demoníaco”. Y a fe que lo es: sólo quien obedece los designios del Maligno, puede estar detrás de tal estrategia que perjudica tanto a la Iglesia y de la que se aprovechan cuantos enemigos suyos hay para aventar tales conjeturas.

Y así ha añadido el cardenal Cipriani: «Esto lo digo con mucha claridad: el demonio tiene objetivos, busca dividir. Son excusas, pero el demonio disfrazado de mil teorías está quitando la paz y la serenidad en el espíritu. Hay que estar atentos, no seamos tontos, pero las cosas no se deben ventilar en los medios de comunicación».

 Unos días antes, con motivo del funeral de Meisner, Benedicto XVI tuvo unas palabras cariñosas y elogió su figura. Como Meismer había sido uno de los cuatro cardenales críticos, algunos rebuscaron malintencionadamente un respaldo a éste en contra del papa Francisco.

El secretario personal de Benedicto XVI, Georg Ganswein, salió al paso de la falsa polémica en torno a unas palabras de Ratzinger leídas por él mismo en el funeral de Joachim Meisner, y que algunos han querido interpretar como un ataque a Francisco. «El Papa emérito fue manipulado deliberadamente»; “algunos están tratando de utilizar a Benedicto XVI en su lucha contra Francisco», afirmó Ganswein.

Importante tiene que ser la labor del Papa, cuando hay tanto empeño en meterse con él. El Maligno no descansa…, de sembrar cizaña, y siempre tiene braceros…

No dejemos de rezar por Francisco, don de Dios.

 

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