El Resto

La primera lectura de la liturgia de la misa de hoy 29 de enero, del profeta Sofonías, hace referencia a la profecía de que al final de los tiempos quedará un RESTO: una pequeña parte de fieles (cristianos), por las persecuciones, el enfriamiento de la fe y la apostasía.

Lectura de la profecía de Sofonías (2,3;3,12-13):

BUSCAD al Señor los humildes de la tierra,
los que practican su derecho,
buscad la justicia, buscad la humildad,
quizá podáis resguardaros
el día de la ira del Señor.
Dejaré en ti un resto,
un pueblo humilde y pobre
que buscará refugio en el nombre del Señor.
El resto de Israel no hará más el mal,
no mentirá ni habrá engaño en su boca.
Pastarán y descansarán,
y no habrá quien los inquiete.

 (En la parte inferior exponemos algunos textos bíblicos que hacen referencia explicativa de a lo que nos referimos con este término)

Es indudable que se está dando en muchas partes del planeta una apostasía de la fe, es decir, de bautizados que, si no explícita si en la práctica, viven al margen religioso, como si Dios no existiera. Lo cual abona la profecía de que «cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará fe en la tierra?» (Lc 18,8).

Podríamos citar muchos datos que corroboran esta afirmación de una disminución generalizada de la vida religiosa sobre todo en países de raigambre de tradición cristiana-católica. No obstante, está surgiendo una intensidad en la vivencia de la misma por parte de un núcleo, que parece hacerse irreductible; hay un suelo firme, de fe profunda y de vida sacramental regular, de misa diaria, de oración, de rosario y de adoración ante el Santísimo. Esto en Occidente. Y en otras partes del mundo: ahí está la Iglesia testimonial y martirial de Egipto, Siria, Irak, Irán, Pakistán, Afganistán, India, etc.; la Iglesia subterránea de la China, y la de las muchas vocaciones pese a la violencia en el África negra…

Todos los Santos Padres han visto en esta visión el estado de la Iglesia en el tiempo de la gran apostasía; es decir, la reducción de la Iglesia fiel a un pequeño grupo perseverante que resiste los poderes del Anticristo. Resto fiel que padecerá la gran tribulación, sin desfallecer; será la Iglesia que retornará a las «catacumbas«.

Reducirá a la Iglesia a su extrema tribulación, al mismo tiempo que fomentará una falsa Iglesia y a una serie de buenos proyectos homologables con la mentalidad mundana dominante. Abolirá de modo completo la Santa Misa y el culto público durante 42 meses, 1.260 días. Impondrá por la fuerza, por el control de un estado policíaco, bajo la autoridad de la Bestia infernal.  Los que resistan serán poco numerosos, los contados 144.000 de que habla el texto sagrado (cf. Ap 7, 4), un pequeño resto, perdido en el océano de las multitudes apóstatas. Los cristianos que no se plieguen a la imposición de la marca de la Bestia «no podrán comprar ni vender» (Ap 13,17; 14,1). El mundo entero será una inmensa cárcel, sin escape posible. Sólo quedará «refugiarse en el desierto» (cf. Ap 12, 14).

Resto fiel que padecerá la gran tribulación, sin desfallecer; será la Iglesia que retornará a las «catacumbas».

Aún así, nadie podría aguantar si Cristo no volviese pronto.

 

Textos bíblicos sobre el Resto del fin de los tiempos:

(Carta de san Pablo) Romanos 11

Y pregunto yo: = ¿Es que ha rechazado Dios a su pueblo? = ¡De ningún modo! ¡Que también yo soy israelita, del linaje de Abraham, de la tribu de Benjamín!

2  Dios no ha rechazado a su pueblo, en quien de antemano puso sus ojos. ¿O es que ignoráis lo que dice la Escritura  acerca de Elías, cómo se queja ante Dios contra Israel?

3  ¡Señor!, = han dado muerte a tus profetas; han derribado tus altares; y he quedado yo solo y acechan contra mi vida. =

Y ¿qué le responde el oráculo divino? = Me he reservado 7.000 hombres que no han doblado la rodilla ante Baal. =

Pues bien, del mismo modo, también en el tiempo presente subsiste un resto elegido por gracia.

Zacarías 14,2b

     El Resto del pueblo no será extirpado de la ciudad.

Sofonías 3

19He aquí que en aquel tiempo arruinaré a todos tus opresores, y salvaré a la coja, y recogeré a la descarriada, y las haré objeto de alabanzas, y su confusión la haré gloria de la tierra toda. 20En aquel tiempo os traeré, y entonces os congregaré y os haré objeto de gloria y alabanza entre todos los pueblos de la tierra, cuando yo haga volver ante vuestros ojos a vuestros cautivos, dice Yavé.

Otras referencias al Resto: Zacarías 11,9; Isaías 4, 2-6; Joel 3,5; Miqueas 4,6-8; Esdras 9,8; Jeremías 31,7-10; Ez 5,10; 11,17ss

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