Profecía del profeta Zacarías

La fiesta de san Zacarías se celebra el día de hoy, 6 de septiembre. Vivió en los siglos VI y V antes de Cristo.

El profeta Zacarías, que significa «Yahvé recuerda o Dios ha recordado», viene muy a propósito de tiempos en que se necesita que Dios no se olvide de nosotros, su obra nacida de sus manos, y que actúe en estos momentos cruciales que se avecinan para el mundo y especialmente para su Iglesia.

En estas líneas nos vamos a fijar concretamente en el capítulo 14 del libro de Zacarías, que, estimamos, correspondería al periodo del fin de los tiempos (SEPTIMO SELLO –tres días de tinieblas-) (y más concretamente al Armagedón (batalla final): 

 

Zacarías, capítulo 14

 [1]He aquí que viene el Día de Yahveh en que serán repartidos tus despojos en medio de ti. [2]Yo reuniré a todas las naciones en batalla contra Jerusalén. Será tomada la ciudad, las casas serán saqueadas y violadas las mujeres. La mitad de la ciudad partirá al cautiverio, pero el Resto del pueblo no será extirpado de la ciudad. [3]Saldrá entonces Yahveh y combatirá contra esas naciones como el día en que él combate, el día de la batalla. [4]Se plantarán sus pies aquel día en el monte de los Olivos que está enfrente de Jerusalén, al oriente, y el monte de los Olivos se hendirá por el medio de oriente a occidente haciéndose un enorme valle: la mitad del monte se retirará al norte y la otra mitad al sur. [5]Y huiréis al valle de mis montes, porque el valle de los montes llegará hasta Yasol; huiréis como huisteis a causa del terremoto en los días de Ozías, rey de Judá. Y vendrá Yahveh mi Dios y todos los santos con él. [6]Aquel día no habrá ya luz, sino frío y hielo. [7]Un día único será – conocido sólo de Yahveh -: no habrá día y luego noche, sino que a la hora de la tarde habrá luz. [8]Sucederá aquel día que saldrán de Jerusalén aguas vivas, mitad hacia el mar oriental, mitad hacia el mar occidental: las habrá tanto en verano como en invierno. [9]Y será Yahveh rey sobre toda la tierra: ¡el día aquel será único Yahveh y único su nombre!

 [11]Se habitará en ella y no habrá más anatema: ¡Jerusalén será habitada en seguridad! [12]Y ésta será la plaga con que herirá Yahveh a todos los pueblos que hayan hecho la guerra a Jerusalén: pudrirá su carne estando ellos todavía en pie, sus ojos se pudrirán en sus cuencas, y su lengua se pudrirá en su boca. [13]Y cundirá aquel día entre ellos un inmenso pánico de Yahveh: agarrará cada uno la mano de su prójimo y levantarán la mano unos contra otros.

[16]Y todos los supervivientes de todas las naciones que hayan venido contra Jerusalén subirán de año en año a postrarse ante el Rey Yahveh Sebaot y a celebrar la fiesta de las Tiendas.

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Apreciamos que cabría la interpretación siguiente: 

Versículos 1-2:   Se da la gran tribulación donde todo el mundo (todas las naciones, 2) se alzan contra la Iglesia (Jerusalén), quedando los elegidos, los justos, los no marcados, (el resto).

 Versículos 3-7 y 12-13:   Dios intervendrá: El castigo. (En medio de este se producirá la batalla de Armagedón).

 Versículo 16;   Todo el mundo reconocerá la intervención divina y reconocerán a su Iglesia, viniendo e integrándose en ella.

 Versículos 8-11:  Se dará el reinado de Dios. Mil años.  

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