- La crisis de fe religiosa actual se debe la falta de la capacidad de pensar (con un componente espiritual). No cabe la menor duda que el ser humano occidental está perdiendo la razón. Esta grave crisis de la razón está llevando a la crisis de fe.
- El intelecto conduce inequívocamente a la iluminación de la fe; es decir, el ejercer el pensar, razonar, reflexionar, meditar… va por el camino del Logos y llega a la Verdad, que es la que enciende la Fe con la chispa de la gracia que de ella se desprende.
- Creer en Dios saca lo mejor de uno mismo. Esto es lo que hace el Espíritu del Señor dentro de lo más interior del alma. Es algo real, que se puede «ver», «comprobar»: nos hace mejor personas, inequívocamente. Lo que contraria a los ateos que dicen que creer que Dios exista no sirve para nada. Más lo que está por venir, pues está en el orden de la esperanza: la salvación eterna.
- Creer en Dios hace libres. Eso resulta «revolucionario». De ahí que haya tantos poderes que intenta desacreditar a la religión cristiana, que proporciona conciencia con criterio y responsabilidad para moralmente actuar con arreglo al bien, objeto de la libertad. Pretenden sustituir a Dios por sus falsos dioses.
- Para ser lo que humanamente se es, un pro-vida, hay muchas razones de tipo antropológico y científico, pero para el creyente basta con un argumento de fe irrevocable, cabe denominarlo como dogma doctrinal: lean la Escritura, Lucas 1,39-56, el reconocimiento de la presencia de Jesús con tanto sólo unos días en el vientre de María por parte de Juan Bautista, con 6 meses en el vientre de Isabel.
- El relativismo tiene tantos seguidores hoy, porque es autoexculpatorio de cualquier responsabilidad, al acabar de alguna manera con la verdad, y da la razón a todos al tener cada cual “su verdad”.
- Aquella persona que es fiel a la verdad hoy día es tenida por intolerante. De modo que se “invita” a que abandone tal posición, si no quiere que le caiga encima la sentencia relativista de ser excluido socialmente como amenaza pública, y si insiste le será aplicado el código penal de la ley del odio.
- 10Cuando se quedó a solas, los que lo rodeaban y los Doce le preguntaban el sentido de las parábolas. 11Él les dijo: Jesús les dijo: “A ustedes se les ha confiado el secreto del Reino de Dios; en cambio, a los que están fuera, todo les queda oscuro (en parábolas); 12así, por más que miren, no verán; por más que oigan, no entenderán; a menos que se conviertan y sean perdonados”. (Mc 4,10-12). Es decir, que las cosas de Dios, su reino, para entenderse se precisa de una mirada espiritual, con una grado de pureza, que se da a quien se convierte, se arrepiente del tipo de vida mundana y cree, entonces es agraciado para ver los misterios divinos, su voluntad. De modo, que una persona que viva en gracia, en santidad, está más en disposición de gustar el querer de Dios.
- En el combate espiritual que es nuestro vivir en pro de la santidad, Dios está de nuestra parte; nos ama y procurar darnos su gracia, su fuerza, para que venzamos elevándonos; pone todo de su parte para salvarnos.
- La falta de sentido de la vida, trae consigo otros muchas faltas de sentido. La existencia se torna frágil, inestable, ausente de esperanza, de la esperanza trascendente, definitiva.