Los tiempos actuales son extraordinariamente peligrosos

Ayer, día de la Divina Misericordia, tras la celebración de la confirmación de una quincena de, en su mayoría, ya adultos, y -dicho de paso- un buen número de ellos de origen hispano, fuimos algunos amigos a celebrarlo a un bar cercano.

Bueno, el caso es que en la larga charla que tuvimos entre cerveza y aperitivos varios, a mí se me ocurrió comentar acerca de los momentos tan complicados y difíciles por los que la humanidad está pasando. Uno de los contertulios dijo que no eran más graves que en cualquier otro periodo de la historia.

No profundizamos en ello, porque la conversación giró a otros temas menos trascendentes, en barra de bar. Pero a mí se me quedó dentro, como pendiente. Y luego según iba para casa, pensé en ello. Y la verdad es que si no se hace un diagnostico real y preciso de lo que nos está pasando, de en qué consiste el problema o el mal, nunca será sanado, por lo poner los remedios necesarios.

Negar la gravedad de la situación mundial actual es poco más o menos que suicida, y más para personas -como lo éramos los allí reunidos- creyentes católicos (ah, por cierto y dicho de paso, uno es anglicano en proceso de conversión al catolicismo).

Hoy, como nunca, aunque sea por el globalismo -posibilitado por la interrelación de los asuntos que se suceden en cualquier parte del mundo y que acaban afectando a todo el mundo- lo que acontece alcanza dimensiones desconocidas. Antes el mundo estaba como más fragmentado, menos intercomunicado, y todo sucedía a menor escala y a veces incluso la gente de un pueblo no se enteraba de lo acaecido en otros… Ahora, todos «conocemos todo». Prueba de esto es como nos vemos todos afectados por el contagio pandémico del Covid, que ha viajado a todos los continentes con una inmediatez asombrosa; o la guerra de Ucrania, y como en nada de tiempo todo el mundo, no solo el Occidente, se ve afectado energética y económicamente.

Pero no me quiero centrar en temas concretos transitorios, aunque sean importantes, sino en lo que tiene un calado distinto, que está cambiando la vida de la gente, su pensamiento, su forma de ser y de cifrar la vida.

    • ¿Quién además o fundamentalmente enfoca la educación suya o de sus hijos no ya solo para un trabajo o una carrera, sino para que formarse como ser moral y humano?
    • ¿Acaso, en la historia humana, en todo ella, se ha dado esa masiva masacre de abortos de la actualidad, y lo que es más, con la aquiescencia y rúbrica de legislaciones políticas de los más diversos parlamentos?
    • ¿Cuándo ha sucedido que se adoctrine en todos los medios y en los colegios público a todos los niños, lo quieran los padres o no, incluso a menores de ocho añitos, con ideologías con mensajes sexuales inapropiados como LGBTQI, con su promoción y la realización de cambios de sexos irreversibles?
    • ¿Acaso no es absolutamente real lo que san Juan Pablo II dijo de los tiempos actuales en cuanto a la increencia: Un ateísmo nunca antes visto en la historia del género humano. Y lo es en cantidad y especialmente «cualidad», en su diabólica esencia?
    • ¿La verdad no se ha hecho relativa, inexistente, al albur de filosofías otrora insignificantes pero hoy totalmente prácticas y dominantes, como el nihilismo, el relativismo, el escepticismo, el cinismo?
    • ¿Y la moral, lo bueno y lo malo, al igual que la verdad, la justicia, la responsabilidad, etc., no está siendo relegada a lo que determine la ley que dicta la mayoría simple de los votos?
    • ¿Y no habría que decir otro tanto de la naturaleza humana, su dignidad, ante el antiespecismo cada vez más está ganando terreno e imponiéndose, con todo lo que ello acarrea en cuanto a la estima y valoración de la persona, y su autonomía de conciencia libremente obediente a lo que la naturaleza del sentido común dicta?

En fin, a todas estas reseñas de calado, y a las que se podrían añadir otras más, y que corroborarían la gravedad del momento presente como nunca antes, pueden leer, para hacer también con datos concretos, el artículo siguiente:«¿Quién es el responsable de todo esto…?«

 

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