La ciencia, ¿la sexta vía para demostrar la existencia de Dios?

…cuando buscamos una causa para estos asombrosos descubrimientos, llegamos naturalmente a la cuestión de la existencia de un Dios creador…”, dicen dos autores franceses.

Otro libro, esta vez de franceses, que profundiza en la idea de que la ciencia, la buena ciencia, también es camino para llegar a Dios. Hace unos días Gaudium Press reseñaba una obra con temática similar, de autoría del director en España de EWTN. Recordando las cinco vías demostrativas de la existencia de Dios de Santo Tomás, al parecer la ciencia se está transformando en un nuevo camino para hallar al Creador de todo.

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Hablamos ahora de la obra “Dios – La ciencia – Las pruebas – El albor de una revolución” de Michel-Yves Bolloré, ingeniero y director de empresa, y Olivier Bonnassies, politécnico y empresario, quienes tras el éxito obtenido en su país, estuvieron en España lanzando el libro, cuando concedieron entrevista a Ricardo Francio de ElDebate.com

¿Cómo explican el éxito de su libro? ¿La gente se sigue preguntando por el sentido último de la vida?

Si hay una pregunta sobre la que todos debemos reflexionar seriamente al menos una vez en la vida, es si existe o no un Dios creador. Sobre todo, porque esta pregunta está ligada a otra esencial para cada uno de nosotros: ¿Habrá vida después de esta vida? Evidentemente, si Dios no existe, la respuesta a esta última pregunta es «¡no!». En un momento en que el número de no creyentes en nuestros países ha aumentado considerablemente, la necesidad de una respuesta a esta pregunta se ha hecho mucho más acuciante que antes”, responde Bolloré.

¿Pero si la ciencia mide lo que es medible, de qué sirve para analizar a Dios que no se puede medir?

La ciencia se basa en el principio de causalidad, que nos lleva a buscar causas a los efectos. Sin embargo, la ciencia moderna, a través de diversas disciplinas, tiende ahora a establecer que nuestro Universo tuvo un comienzo absoluto y que también se beneficia de un extraordinario ajuste fino de sus datos iniciales, así como de las constantes que determinan las leyes de nuestro mundo. Y cuando buscamos una causa para estos asombrosos descubrimientos, llegamos naturalmente a la cuestión de la existencia de un Dios creador”, expresa Bonnasies.

Pide el periodista Francio a los autores si pueden ofrecer un ejemplo de lo relatado en el libro:

Einstein demostró que el tiempo, el espacio y la materia están relacionados. Ahora bien, si tuvieron un principio absoluto, eso significa que la causa en el origen de este surgimiento es necesariamente no temporal, no espacial y no material, y que también tenía el poder de regularlo todo para que los átomos pudieran ser estables, las estrellas pudieran arder durante miles de millones de años y la vida pudiera surgir. Todas estas cosas, ahora lo sabemos, eran infinitamente improbables. La filosofía y la religión definen a Dios como un ser trascendente que creó el Universo en función de la vida: la ciencia llega a la misma conclusión”.

Entre tanto, el libro de Bolloré y Bonnassies “no se limita a la ciencia, sino que explora otros campos del conocimiento. Si existe, debe encontrarse tanto en la belleza del mundo como en los grandes enigmas históricos, como en el destino de los judíos, o en acontecimientos extraordinarios, como el de Fátima al que también hacemos referencia”.

Desde el enfoque racional, los autores expresan la sensación de que “hoy todo converge para permitirnos concluir que la existencia de Dios es la mejor explicación racional del mundo. Dios está «oculto», por supuesto, como decía Blaise Pascal, porque trasciende a nuestro Universo. Pero cada vez resulta más difícil concebir la realidad sin él de fondo”.

Gaudium Press