El P. Lorenzo De Vittori, un experto en física teórica especializado en el estudio de las colisiones de agujeros negros, fue ordenado sacerdote católico el 24 de mayo, día de María Auxiliadora, en una ceremonia en Roma.
En una entrevista concedida a ACI Prensa, el P. Lorenzo contó su historia y aseguró que “la ciencia es un muy buen camino hacia la verdad”, ya que “arroja luz sobre muchos aspectos de nuestro universo y de la vida humana, y conduce a las preguntas clave”.
“Dado que tanto la ciencia como la teología buscan la misma verdad, trabajan de la mano. Pero al final, armonizan bien y pueden iluminarse mutuamente. Por lo tanto, ambos son necesarios para comprender la única realidad creada por Dios, que seguramente quiere hablar con nosotros tanto a través de la fe como a través de los descubrimientos de la ciencia”, dijo.
El P. Lorenzo, de 35 años, nació cerca de Lugano, ciudad en el sureste de Suiza. Tiene dos hermanos mayores que están casados y tienen hijos, y una hermana menor que se casará el próximo año.
El sacerdote contó que sus padres jugaron “un papel clave” para su vida de fe. Su madre le enseñó a orar y la importancia de recibir los sacramentos, mientras que su padre lo animó a profundizar en la fe, “a hacer más preguntas y tratar de entenderla más profundamente”.
“Mi padre, un químico e inventor entusiasta, tenía una gran pasión por su trabajo y lo compartió con nosotros. En casa aprendí a vivir mi fe en la vida cotidiana, y al mismo tiempo desarrollé una verdadera pasión por el trabajo”, dijo a ACI Prensa.
Durante la secundaria, el P. Lorenzo iba con frecuencia a un centro del Opus Dei de su ciudad natal.
“Allí, con muchos amigos, estudiamos, hicimos deporte, rezamos, recibimos educación católica y nos reímos mucho. Los miembros del Opus Dei que conocí allí no solo se respetaban, se conocían, trataban de apoyarse y aceptarse tal y como eran, y al mismo tiempo con el deseo de ayudar a todos a ser santos. Encontré una familia”, contó.
Con el tiempo, el P. Lorenzo quiso saber más sobre la fe y descubrió una buena formación cristiana “aprendiendo la fe intelectualmente” y a través de obras, lo que le ayudó a “desarrollar una verdadera amistad con Dios”.
“Probablemente Dios me estaba preparando a través de ellos para mi vocación al Opus Dei. Y cuando la encontré, mi vida no cambió en absoluto. Seguí con mis estudios, saliendo con mis amigos, jugando al hockey, pero ahora con una nueva relación con Dios y gran felicidad”, aseguró.
El amor del P. De Vittori por la ciencia
El interés del P. De Vittori por la ciencia surgió durante la secundaria, cuando disfrutaba de leer libros clásicos griegos y latinos.
“Me intrigaban muchas de las mismas preguntas que solían hacer hace siglos: sobre la humanidad, el universo, las dimensiones del espacio y el tiempo, el origen de la vida y el sentido de todo esto”, contó a ACI Prensa.
Dijo que si bien la filosofía y la ciencia buscan encontrar respuestas, al final le atrajo más el “poder de la lógica, las matemáticas y los avances de la ciencia”.
Fue entonces que se mudó con algunos amigos a Zúrich, en 2006, para estudiar física en la Escuela Politécnica Federal de Zúrich, una universidad pública pionera en investigaciones en Europa y el mundo.
“Después de titularme me especialicé en física teórica. Un físico teórico intenta dialogar con la naturaleza” para buscar respuestas que ayuden a “nuestra comprensión de la creación”, explicó.
“A partir de nuestras pruebas intentamos hacer predicciones y proponer nuevos experimentos para comprobarlas. En este punto, se lo entregamos todo a los físicos e ingenieros experimentales y esperamos los datos. Una vez que llega la respuesta, nuevamente es nuestro trabajo interpretarla”, añadió.
Luego de la licenciatura, el P. De Vittori obtuvo una Maestría en Física Teórica. Después de graduarse se dedicó a la investigación en la universidad por varios años, a la vez que era candidato al Doctorado y asistente en el departamento de matemáticas.
Como investigador se especializó en el campo de la relatividad general y obtuvo el doctorado con una tesis sobre las ondas gravitacionales emitidas por colisiones de agujeros negros.
“Mi investigación fue sobre los agujeros negros. Hay tantos de ellos moviéndose a través del universo que a veces se acercan entre sí y eventualmente chocan y se fusionan en un solo agujero negro más grande”.
“Estas explosiones liberan una tremenda cantidad de energía, en forma de diminutas ondas que sacuden el espacio-tiempo, como si estuvieras haciendo rodar canicas sobre un mantel suspendido por sus cuatro esquinas. Esas se llaman ondas gravitacionales”, explicó.
El P. De Vittori indicó que para su tesis de doctorado estudió “algunos tipos particulares de colisiones, cuyo efecto sobre la forma del espacio-tiempo aún permanece incluso después de que la onda ha pasado”.
La vida de fe del P. Lorenzo y su ingreso al Opus Dei
«La fe juega el mismo papel ahora como sacerdote que antes como científico”, subrayó.
Cuando De Vittori estaba en Zúrich, vivió en una residencia universitaria regentada por miembros del Opus Dei. Además, de ser estudiante y luego investigador, empezó a ayudar a estudiantes universitarios y de bachillerato en su formación profesional y cristiana.
“Estoy convencido de que Dios está llamando a cada persona a ser santa en el mismo lugar donde vive y trabaja”, resaltó.
Luego de 10 años, siendo ya un destacado científico, en el 2016 el P. Lorenzo se mudó a Roma para estudiar teología en la Pontificia Universidad de la Santa Cruz.
“Cuando me surgió la posibilidad de estudiar teología en Roma, comprendí que podía seguir viviendo esa misma vocación, pero con otro tipo de trabajo, otra forma de servir. La formación cristiana y el acompañamiento espiritual sería mi nuevo trabajo”, contó.
“Mi objetivo era mejorar mis conocimientos teológicos para poder ayudar mejor a otros a disfrutar de su amistad con Dios: encontrarlo, conocerlo, hablar con él”, añadió.
El P. Lorenzo fue ordenado sacerdote católico del Opus Dei el sábado 24 de mayo en una ceremonia celebrada en la Basílica de San Eugenio en Roma.
“Hoy como sacerdote, le pido a San Josemaría Escrivá que me ayude a celebrar la Misa con la misma devoción que él tuvo, y que sea un buen instrumento en las manos de Dios, sirviendo a las personas con corazón de padre”, dijo a ACI Prensa.
Un mensaje a los jóvenes científicos católicos
Tras afirmar que la ciencia y el sacerdocio son su pasión, el presbítero también quiso dar un mensaje a los jóvenes que estudian ciencias pero también buscan saber más acerca de Dios.
“Sigue buscando la verdad. No dejes de hacer las preguntas más importantes”, exhortó.
El P. Lorenzo, pidió a los jóvenes científicos que no tengan “miedo de escuchar la revelación, lo que Dios nos ha dicho durante su propia vida en la tierra, y también a través de muchas personas en la historia antes y después de eso”.
“Al mismo tiempo, atrévete a escuchar lo que nos está diciendo a través del mundo natural. Dios nos dio la capacidad de estudiar la creación en la que vivimos. Él disfruta dialogando con nosotros a través del hermoso libro de la naturaleza”, concluyó.
POR DIEGO LÓPEZ MARINA
ACI Prensa