
Una breve reflexión después de esta jornada dedicada a los pobres, y —podríamos decir— especialmente a nosotros, a que les tengamos a cuente, a que pensemos en ellos y reorientemos nuestra mirada y actitud hacia aquellos que se encuentran en situaciones de extrema necesidad y que son hermanos nuestros. «No retires tus ojos del necesitado» (Eclo 4,5a).