![]() «Satanás ofuscará la mente de jueces, políticos y gobernantes para que dicten leyes injustas. Después tendrá lugar la Parusía», afirma el escritor Thomas S. Crown, autor de «Apostasía»
En octubre pasado vio la luz un libro que se ha convertido en su poco tiempo de andadura en el mercado en todo en éxito editorial: Apostasía. ¿Estamos viviendo los Últimos Tiempos anunciados en el Apocalipsis? (Ediciones De Buena Tinta). Su autor, Thomas S. Crown, ha concedido una entrevista en exclusiva a Religión en Libertad. En Apostasía Ud. advierte sobre los graves peligros que se ciernen sobre la Humanidad. ¿A cuáles se refiere? Lo que estamos viviendo es sólo la consecuencia de un mundo que vive de espaldas a Dios. Estaríamos hablando, por ejemplo, de un nuevo orden mundial con una religión universal, la cual prometería alcanzar la felicidad aquí en la Tierra; así como la llegada de un falso mesías. No es difícil admitir que tales acontecimientos encontrarían un terreno abonado para su implantación. En las apariciones marianas hay amenazas de castigos… En cuanto a la segunda pregunta, ¿quién mejor que el propio Cristo para responderla?: “De la higuera aprended la parábola: cuando ya sus ramas están tiernas y brotan las hojas, sabéis que el verano está cerca. Así también vosotros, cuando veáis todas estas cosas, conoced que está cerca, a las puertas” (Mt. 24, 32-33). La Virgen en sus apariciones ofrece respuestas. Yo me quedo con una conclusión llena de esperanza, los castigos anunciados están condicionados: “Pero si el hombre cambia…”. Por tanto, si permanecemos fieles y unidos a la Iglesia de Cristo en el amor, nada debemos temer pues “quien a Dios tiene, nada le falta”. “Si Dios está con nosotros, ¿quién contra nosotros?” Hace algún tiempo Juan Manuel de Prada dedicó uno de sus programas de Lágrimas en la lluvia a un tema poco tratado: el milenarismo. ¿Qué opina Ud. de esto? En los primeros siglos del cristianismo se esperaba esta Segunda Venida Gloriosa como algo inminente, de tal forma que muchos cristianos eludían sus compromisos temporales, adoptando una postura pasiva. Los padres de la Iglesia se vieron obligados a alertar sobre este error. Por eso la Iglesia enseña que lo importante no es conocer cuándo llegarán los Últimos tiempos o la Parusía, sino permanecer en la virtud y alejarnos del pecado, mientras se trabaja dando a conocer el mensaje de Cristo, no solo de palabra sino, sobre todo, viviéndolo intensamente en primera persona. ¿En qué consiste propiamente la apostasía? ¿Es un fenómeno presente sólo en la sociedad o es también algo presente en la Iglesia? Más de uno podría pensar que Apostasía es una novela del género apocalíptico… Sin embargo la editorial advierte que no lo es, que se trata más bien de una especie de “catecismo práctico”… El temor que suscita quizá sea debido a que muchos confunden la palabra “apocalipsis”, que aparece en el subtítulo, con “caos y destrucción”. El Apocalipsis, libro atrayente y desconcertante como pocos, lejos de lo que algunos creen, no significa “destrucción total”. El nombre procede del griego apokalyptein, que significa “quitar el velo”, desvelar, descubrir el misterio que se esconde tras una persona o acontecimiento. Literalmente puede traducirse por “Revelación”. De ahí que, a veces, resulte tan difícil de establecer la frontera entre apocalipsis, desvelar, y profecía. El Apocalipsis es el único libro profético del Nuevo Testamento. Está muy reciente el paso del huracán Sandy por la costa Este de los Estados Unidos y Canadá. Tildar a los meteorólogos y a las autoridades de provocar el miedo o el pánico entre la población por las advertencias y los consejos difundidos a fin de estar preparados ante su inminente llegada resultaría, cuando menos, de necios; más bien al contrario, dichas advertencias permitieron que los daños que provocó, enormes sin duda, fueran mucho menores, al estar preparada la población para hacerle frente. De no haber sido anunciado, los daños ocasionados, tanto materiales como en vidas humanas, hubieran sido muy superiores. |