Este año, los católicos podrán recibir la indulgencia plenaria desde el 8 de diciembre, solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María, hasta el 2 de febrero de 2024, fiesta de la Presentación en el Templo de Nuestro Señor Jesucristo. rezando ante un pesebre en una iglesia franciscana.
A principios de este año, en la fiesta de San Francisco de Asís, los fieles se reunieron en la Basílica de San Francisco en Asís, Italia, para honrar al amado santo italiano y celebrar el 800 aniversario de la aprobación de la Regla de San Francisco. (1223) y la creación del Belén en Greccio.
En el marco de la celebración de este Centenario franciscano, la Conferencia de la Familia Franciscana solicitó al Papa Francisco la aprobación de esta indulgencia plenaria.
La conferencia escribió: “Para promover la renovación espiritual de los fieles y aumentar la vida de gracia, pedimos que los fieles reciban una indulgencia plenaria en las condiciones habituales a partir del 8 de diciembre de 2023, solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María. , hasta el 2 de febrero de 2024, fiesta de la Presentación en el Templo de Nuestro Señor Jesucristo, visitando las iglesias regentadas por familias franciscanas en todo el mundo y deteniéndonos en oración ante los belenes allí instalados”.
La Penitenciaría Apostólica acogió con agrado la petición, permitiendo a los fieles recibir esta indulgencia en las condiciones habituales.
Aquellos que estén enfermos o no puedan participar físicamente pueden obtener la indulgencia ofreciendo sus sufrimientos al Señor o “realizando prácticas de piedad”.
¿Qué es una indulgencia plenaria?
Una indulgencia plenaria es una gracia concedida por la Iglesia Católica por los méritos de Jesucristo, María y todos los santos para quitar la pena temporal debida al pecado. La indulgencia limpia a la persona de todo castigo temporal debido al pecado. Sin embargo, siempre debe ir acompañado de un pleno desprendimiento del pecado.
Condiciones para recibir la indulgencia plenaria en todos los casos:
- Desapego de todo pecado, incluso el venial.
- Confesión sacramental, Sagrada Comunión y oración por las intenciones del Papa. La confesión sacramental y la recepción de la Eucaristía pueden ocurrir hasta unos 20 días antes o después del acto realizado para recibir la indulgencia plenaria.
Es conveniente que la Comunión y la oración se realicen el mismo día en que se termina el trabajo. Una confesión sacramental es suficiente para varias indulgencias plenarias. Sin embargo, para cada indulgencia plenaria que uno desee recibir, se requiere una recepción separada de la Eucaristía y una oración separada por las intenciones del Santo Padre.
CNA.