Profecías de Santa Faustina Kowalska

Algunas revelaciones de carácter profético sobre el fin de los tiempos, que tuvo la santa polaca, a la que canonizara su paisano el gran papa san Juan Pablo II, el 30 de abril del año jubilar 2000.

Hemos realizado algunos subrayados y añadido breves comentarios que hemos estimado apropiados para destacar y esclarecer algunos puntos.  

Dice la Santa en su Diario:

429 Cuando me di cuenta de los grandes designios de Dios respecto a mí, me asuste de su grandeza y me sentí completamente incapaz de cumplirlos y empecé a evitar interiormente las conversaciones con Él, y sustituía ese tiempo con la oración oral. (..)  Una vez, cuando en lugar de la oración interior comencé a leer un libro espiritual, oí en el alma estas palabras, explicitas y fuertes:  Preparar al mundo para Mi última venida.

 Comentario nuestro:

Al igual que tantos profetas clásicos que han habido, Faustina revela su inquietud temerosa por el peso y la responsabilidad ante la que teme no estar a la altura. Después revela el designio para el que la quiere Dios: servirse de ella para preparar al mundo para su Parusía.

 

Dice la Santa en su Diario:

1155 (43) El Señor me ha hecho conocer su voluntad como en tres aspectos, pero constituían una sola cosa.

 La primera es aquella en la cual las almas apartadas del mundo arderán como victimás ante el trono de Dios y pedirán misericordia para el mundo entero…. Implorarán bendiciones para los sacerdotes y, a través de la oración, prepararán al mundo para la venida final de Jesús.

 Comentario nuestro:

Estas «almas apartadas del mundo…»  pueden ser o bien los justos degollados que se hallan en le cielo, que como consta en Apocalipsis 6,9-10, interceden bajo el altar a Dios por los mártires y perseguidos en los últimos tiempos, o pueden ser los aquí en la tierra, que oran, hacen obras de misericordia y penitencia, en estos tiempos difíciles para la fe, la Iglesia y el mundo, y que bien podrían ser aquellos que se unen a Santísima Virgen, como en Medjugorje haciendo oración y ayuno a pan y agua.

 

Dice la Santa en su Diario:

1159  Los canales de las gracias divinas están abiertos para nosotros, tratemos de aprovecharlos antes de que venga el día de la justicia de Dios y  [será] un día terrible.

Comentario nuestro:

Con nuestras obras de misericordia y oración nos abrimos y abrimos a otros, en comunión con los santos, a la vida de la gracia divina; lo cual nos preparará (el estar en «Vela») para el día en que Dios actúe, haciendo justicia y combatiendo terriblemente el mal, día de la ira del que hablaban los profetas y el Apocalipsis 6,17 : «el Gran Día de su cólera» . (Día, que por lo ya dicho, se desprende como cercano).

 

Dice la Santa en su Diario: 

1588 En el Antiguo Testamento enviaba a los profetas con truenos a Mi pueblo. Hoy te envío a ti a toda la humanidad con Mi misericordia.  No quiero castigar a la humanidad doliente, sino que deseo sanarla, abrazarla a Mi Corazón misericordioso.  Hago uso de los castigos cuando Me obligan a ello; Mi mano resiste a tomar la espada de la justicia.  Antes del día de la justicia envío el día de la misericordia. 

Comentario nuestro:

Aprovechemos pues este tiempo propicio de la Misericordia del Señor; pues se prevé, aunque el Señor se resiste a él, a un castigo (que sería como el que Dios entrara en acción ante el desvarío de la humanidad). Es obvio que si Cristo triunfador aparece, allí donde esté Él el Mal no puede estar, ni los malos, que padecerán su extinción justa como un castigo.

 

Dice la Santa en su Diario:

83 Antes de venir como el Juez Justo, vengo como el Rey de Misericordia. Antes de que llegue el día de la justicia, les será dado a los hombre este signo en el cielo. Se apagará toda luz en el cielo y habrá una gran oscuridad en toda la tierra.  Entonces, en el cielo aparecerá el signo de la cruz y de los orificios donde fueron clavadas las manos y los pies del Salvador, saldrán grandes luces que durante algún tiempo iluminarán la tierra.  Eso sucederá poco tiempo antes del último día.

Comentario nuestro:

¿El signo o cruz en el cielo será la misma señal prevista por Jesucristo en su discurso escatológico (Mt 24, 30), y de la que otras «revelaciones» sobre la señal en el firmamento nos han hablado, como en Medjugorje, San Sebastián de Garabandal, Santa Ana Catalina Emmerick, Pío IX, etc.?

 

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