El Evangelio de la liturgia de la misa de hoy, 17 de marzo, es breve, cuatro líneas, pero de un mensaje preciso y contundente en cuanto a lo que supone la fe cristiana y la via de salvación.
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El Evangelio de la liturgia de la misa de hoy, 10 de marzo, cuenta de manera nítida y sin paliativos cómo será el juicio después de pasar por esta vida terrenal, y la gravísima responsabilidad de nuestras acciones u omisiones.
El Evangelio (Mc 4,21-25) de la liturgia hoy, 30 de enero, nos habla de un tema importantísimo, por lo que nos jugamos: del trato que demos al prójimo con arreglo al cual seremos medidos al final, cuando todo será descubierto y salga a la luz.
Hoy, finalizando el año litúrgico celebramos a Cristo Rey, y más que ser el rey del Universo es del todo; origen de todo, por el que todo fue hecho, incluido los seres angélicos existentes en el Cielo: «Él es imagen del Dios invisible, primogénito de toda criatura; porque en él fueron creadas todas las cosas: celestes y terrestres, visibles e invisibles. Tronos y Dominaciones, Principados y Potestades; todo fue creado por él y para él. Él es anterior a todo, y todo se mantiene en él.» (Col 1,15-17).
Hoy miércoles, 30 de octubre, 30ª semana del Tiempo Ordinario, la lectura del Evangelio advierte seriamente de lo que parece no tenerse en cuenta: el riesgo de vivir sin tomarse responsablemente la conducta viviendo inicuamente y comprometiendo la salvación.
En el evangelio (Lc 12,39-48) de la liturgia de hoy, 23 de octubre, Jesús nos pone en sobreaviso: “estén preparados, porque a la hora en que menos lo piensen, vendrá el Hijo del hombre”.
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Los malos son principalmente –»y con razón»– los que más acendradamente niegan que exista el más allá y el consiguiente juicio o ajuste de responsabilidades. Si no existe, entonces para ellos “felizmente” no se cumplirá aquello del evangelio: «nada hay oculto que no llegue a descubrirse ni nada secreto que no llegue a saberse» (Lc 8,17).
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