La Iglesia, una víctima milenaria de las «fake news»: 10 ejemplos de mentiras contra los católicosLa historia del catolicismo está repleto desde sus orígenes de estos ataques El fenómeno de los «fake news» (noticias falsas) está en auge. Cada día se fabrican más ‘informaciones’ de este tipo, en la mayoría de los casos con el objetivo de intoxicar, desinformar y manipular ya sea a favor o en contra de una causa. Algunas de ellas se cuelan en los medios de comunicación y muchos consideran veraces algo que no deja de ser un bulo.
1. La mujer no tiene alma En primer lugar, en ninguno de estos concilios se mencionaba nada de esto porque no había dudas sobre el alma de las mujeres. Desde los inicios del cristianismo, las mujeres participaron de los sacramentos y muchas eran veneradas como santas. Perpetua y Felicidad, Santa Isabel de Hungría, Santa Matilde…y un largo etcétera niegan en la práctica este bulo de comparar a la mujer con los animales. Además, una teóloga feminista, Uta Ranke-Heinemann,desmontaba este bulo y hablaba de cómo pudo partir de malinterpretar y manipular lo que ocurrió en el segundo sínodo de Macon (585) en el que estuvo presente Gregorio de Tours. En él, se habló únicamentede de una cuestión filológica sobre “homo”, que en latín significaba tanto hombre (ser humano) como varón y un obispo preguntó si la mujer podía ser designada “homo”. Citando que Dios creó al ser humano (homo) como varón y mujer se dilucidó que sí se debía llamar así a la mujer. Nunca se debatió sobre el alma. Hay más información de este asunto en este artículo de ForumLibertas. Para desmantelar los bulos sobre la relación entre mujer e Iglesia es muy recomendable el libro «La Gran Prostituta. Tópicos sobre la Iglesia a lo largo de la historia» y los trabajos de la historiadora Giulia Galeotti (aquí los resume ella en una entrevista). Y no hay que olvidar la importancia de los católicos pioneros en defender el voto femenino. 2. La Iglesia Católica, enemiga de la ciencia Primero durante conferencias y más tarde en libros ampliamente difundidos, estos académicos dibujaron una historia falsa de una larga guerra entre la religión y la ciencia hablando de una “gran lucha sagrada por la libertad de la ciencia, una lucha que ha sucedido durante tantos siglos. ¡Ha sido un duro combate! Una larga guerra, con batallas más feroces, con asedios más persistentes, con una estrategia más vigorosa que cualquiera de las comparativamente insignificantes guerras de Alejando, César o Napoleón…”. Puede saber más sobre este bulo en este artículo de ReL. El bulo se desmiente con datos que muestran como muchos católicos, entre ellos bastantes sacerdotes, han sido abanderados de la ciencia y responsables de grandes descubrimientos. Decenas de Premios Nobel eran creyentes y en ámbitos como la astronomía, la Medicina o la genética han sido destacados los católicos. 3. Tampoco los nativos americanos tienen alma Pero si esto se hizo así de manera oficial, en la práctica no se les trató como seres sin alma sino que nativos ocuparon puestos de responsabilidad desde el principio. La historiadora Elvira Roca, autora de Imperiofobia y Leyenda Negra lo recuerda aquí: “El gobernador nombrado por Cortés que tuvo México en el nuevo orden cristiano se llamó Andrés de Tapia Motelchiuh (1526-1530) y era un azteca que se bautizó” y así nombres como Pablo Xochiquenzin, Diego de Alvarado Huanitzin, Diego de San Francisco Tehuetzquititzin o Pedro Xiconocatzin. 4. La Iglesia católica apoyó a Hitler y calló ante el Holocausto El libro, Cristianos contra Hitler muestra claramente como la Iglesia Católica luchó contra el régimen nazi empezando desde los obispos, pasando por miles de sacerdotes que acabaron en campos de concentración donde muchos murieron y acabando por simples laicos que se jugaron la vida para salvar la de otros. 5. Los caramelos envenenados de las monjas Los hechos se remontan a mayo de 1936 cuando en Madrid, especialmente en los barrios obreros y más pobres, empezó a circular la noticia de que las monjas estaban dando caramelos envenenados a los niños de estas barriadas para así acabar con los marxistas.Se decía que cientos de niños estaban muertos en las escuelas y que el plan era realizarlo en todas las zonas obreras. Cabe recordar que muchos de estos niños iban a escuelas católicas por lo que una masa enfurecida por esta “fake new” quemó conventos, matando y apaleando a monjas y a todo aquel que encontraran a su paso. Daba igual que no fuera cierto. La propaganda había surtido efecto. 6. El mito de la Inquisición Según los historiadores, estos tribunales no fueron esas máquinas de matar de las que hablaban, y que además fueron mucho más garantistas y con menos muertos que los protestantes. Además, la historiadora Elvira Roca agrega que “la Inquisición no sólo perseguía la disidencia del catolicismo sino también delitos como el proxenetismo, abuso de menores, falsificación de moneda…”. El historiador Geoffrey Parker cree que en los 350 años de existencia del tribunal causó unos 5.000 muertos. Por su parte, Jaime Contreras y Gustav Henningsen han estudiado la época comprendida entre 1540 y 1700, en que la Inquisición encausó a 49.000 personas.Las condenas a muerte se dictaron en un 3,5% de los casos, según los cálculos de Gustav Henningsen, pero solo al 1,8% de los condenados se les aplicó efectivamente la muerte por hoguera. 7. La oscura Edad Media propiciada por la Iglesia Guiomar Ruiz, doctora en física y profesora de Matemática Aplicada en la Politécnica de Madrid, comparte la tesis del libro del físico atómico Peter E.Hodgson titulado «El origen cristiano de la ciencia«: la mentalidad cristiana es la que permitió buscar leyes en la naturaleza. Esta profesora lo explica con grandes clérigos medievales volcados en la ciencia: «Los chicos no deberían salir de Secundaria sin conocer al obispo Nicolás de Oresme, precursor de las funciones y el cálculo infinitesimal, o a fray Roberto Grossatesta, con sus leyes ópticas, o la ley de máxima economía de la naturaleza, que hoy llamamos ley de mínima acción: en la universidad me dijeron que era del siglo XVII, pero Grossatesta ya lo usa en los siglos XII-XIII. Hay que conocer también las leyes de la estática de Jordano Nemorario, o cómo Jean Buridan ya explicaba que si el Sol estuviese quieto y la Tierra se moviese nos daría la sensación de que es el Sol lo que se mueve. Buridan le plantó cara a Aristóteles, durante siglos intocable, incluso respecto al movimiento de los planetas». Por eso, Rodney Stark, que también es sociólogo, agrega que los ‘filósofos’ de la denominada «Ilustración» no tuvieron ningún papel en el desarrollo de la ciencia, pues los grandes progresos científicos de la época se deben en su mayoría a hombre muy religiosos, muchos de ellos pertenecientes al clero católico”. Un ejemplo del siglo XVIII es Alessandro Volta, el gran pionero de la electricidad, católico de misa y rosario diarios. Y hay quien considera que la «comunidad científica» (científicos de distintos países que libremente comparten hallazgos) nace con la reuniones de investigadores que organizaba el monje Marin Mersenne, compañero de estudios de Descartes y famoso por sus «números primos de Mersenne» (lea sobre esto aquí en ForumLibertas). 8. La Iglesia, responsable de miles de muertes por SIDA Organismos como la ONU y muchas ONG siguen en la misma línea de reparto masivo de anticonceptivos pero lo que está demostrado en datos y estadísticas es que la lucha más eficaz contra la enfermedad la realiza la Iglesia Católica. Tanto en el ámbito de la prevención como en la atención. Más de 100.000 centros católicos atienden a personas con SIDA en todo el mundo. Nadie atiende a tantos ni en tantos lugares. La Iglesia ha defendido modelos basados en la fidelidad y abstinencia, los cuales se han manifestado totalmente exitosos en países como Uganda donde en 10 años redujeron el contagio del 21 al 7%. 9. La Iglesia condena a los homosexuales Pero la Iglesia separa de manera muy clara entre la persona con tendencias homosexuales y las prácticas homosexuales. La práctica es considerada pecado al igual que las relaciones sexuales fuera del matrimonio. Así, el Catecismo recuerda que las personas con esta inclinación “deben ser acogidas con respeto, compasión y delicadeza. Se evitará, respecto a ellos, todo signo de discriminación injusta”. Y además, la Iglesia añade en el punto 2359 que “las personas homosexuales están llamadas a la castidad. Mediante virtudes de dominio de sí mismo que eduquen la libertad interior, y a veces mediante el apoyo de una amistad desinteresada, de la oración y la gracia sacramental, pueden y deben acercarse gradual y resueltamente a la perfección cristiana”. Ni odio ni condena sino cumplir el Evangelio como cualquier otra persona. 10. ¡A los leones! Tertuliano, uno de los padres de la Iglesia, y coetáneo se hacía eco en el año 200 en su obra Apología contra los gentiles de estas “fake news” contra los seguidores de Cristo:«Los cristianos tienen la culpa de todo desastre público y toda desgracia que sobreviene al pueblo. Si el Tíber sube hasta los muros, si el Nilo no sube e inunda los campos, si el cielo retiene la lluvia, si hay un terremoto o hambre o plaga, enseguida surge el clamor: ‘¡Los cristianos a los leones!'». Además, en otro punto agregaba otras de las acusaciones que se vertían contra ellos: «Que en la nocturna congregación sacrificamos y nos comemos un niño. Que en la sangre del niño degollado mojamos el pan y empapado en la sangre comemos un pedazo cada uno. Que unos perros que están atados a los candeleros los derriban forcejeando para alcanzar el pan que les arrojamos bañado en sangre del niño. Que en las tinieblas que ocasiona el forcejeo de los perros, alcahuetes de la torpeza, nos mezclamos impíamente con las hermanas o las madres. De estos delitos nos pregona reos la voz clamorosa popular, y aunque ha tiempo que la fama los imputa, hasta hoy no ha tratado el Senado de averiguarlos». ¿Un ejemplo sencillo del siglo XX? En la novela «Make Room! Make Room!» («Hagan sitio, hagan sitio») escrita por Harry Harrison en 1966 y que se llevó posteriormente al cine bajo el título de Soylent Green: Cuando el futuro nos alcance. Según esta novela futurista, en 1999 el planeta es un infierno porque tendrá 7.000 millones de habitantes. El calor es insoportable, con los muertos hacen galletitas (este detalle se hizo famoso en la película) y los mensajes los llevan mensajeros a pie, porque no queda gasolina y a Harrison en 1966 no se le ocurrió que en 1999 hubiera Internet. Habla así un personaje que expone la tesis del autor: «los árboles han sido talados, los animales se han extinguido y 7000 millones de personas luchan por las migajas, procreando sin control [del Gobierno]. […] Los católicos han impuesto sus creencias al resto de nosotros y ahora pagamos las consecuencias. El ritmo menstrual que permiten no es suficiente. Ni lo es la píldora, no para todo el mundo. ¿Cuando darán su aprobación al DIU? Los ríos, ¿quién los ha contaminado? El agua, ¿quién se la ha bebido?» La respuesta es «los católicos han hecho esas barbaridades». Este bulo de los años 60 todavía lo repetía en 2015 una asociación atea. La realidad es que en 2017 hay unos 7.400 millones de personas, hay envejecimiento y despoblación en muchos países, nadie come galletitas hechas con muertos y hay zonas enteras del mundo sin aprovechar agrícolamente, mientras la Iglesia, que escolariza en África a casi 23 millones de personas, multiplica sus escuelas agrícolas en el Tercer Mundo (como esta de Mozambique). Es otro ejemplo más de como los bulos chocan con la realidad. 19 julio 2017 Fuente: http://www.religionenlibertad.com/iglesia-una-victima-milenaria-las-fake-news-ejemplos-58154.htm |
