Algunas cosas que no se entienden en la Iglesia

Lo del belén de este año roza lo estrambótico, extravagante y hasta lo ridículo. No es explicable como algo con tan pésimo gusto se puede exponer en un marco tan monumental. Ignoramos la mano de quien ha pergeñado tal disparate; pero sí ha logrado la desaprobación y la decepción de mucha mucha gente. En fin, una flaco favor a la Iglesia y a la figura del Papa, a la que tan injustamente en muchos casos se critica y que con esto -que seguro que es el último en enterarse- es una oportunidad más para atizarle.

Los continuas noticias que desde hace años -demasiados- sobre irregularidades o sospechas de ellas, acompañadas de renuncias obligadas…, etc., que se dan en el seno del banco de OIR. Es un hartazgo para los creyentes estos aferes tan desagradable, que desprestigian a la Iglesia y su mensaje evangélico. Es triste que la cuestión del dinero (donde Judas patinó, y sobre lo que estamos en aviso) sea la causa de continua cada. ¡Es que no hay nadie que pueda arreglar eso! ¿Quién mueve los hilos ahí dentro dentro, que hace imposible que el banco del mundo que tendría que ser más trasparente y pulcro, esté tan en entredicho?

Otra cosa que cuesta creer es que muchos, demasiados, cristianos practicantes -de misa y comunión- resultan que apoyan políticas que son opuestas a los valores del reino de Dios, que pertenecen a la cultura de la muerte, como el aborto y la eutanasia, o la limitación de la libertad religiosa, etc. Esta hipocresía es de una doble moral digna de fariseos.

Otra cosa que no entendemos: el alejamiento de los sermones de la realidad social y del día a día. Miren ustedes, estos días se están tratando y es tema de inquietud y debate cuestiones cono la eutanasia, la libertad de enseñanza, la ideología de género, etc., pues en ningún homilía se ha escuchado ninguna palabra al respecto. Otro tanto ocurre cuando ha habido alguna de las anuales manifestaciones contra el aborto, pues nada ni se menciona ni se dice a la gente de participar, nada. Sobre este tema del aborto o de las pastillas anticonceptivas abortivas, jamás se oye una palabra en las misas, nada. Otra nula mención es la los mártires de la guerra civil, son ya casi 2.000 los canonizados, pues bien, ningún sacerdote los menciona, ni solicita a la gente que se dirijan a ellos, pidiéndoles intercesiones, nada. Otro tema el de las indulgencias: son constantes las que concede el Papa, ahora como la de san José, con sus beneficios para almas del purgatorio que tanto lo necesitan, pues nada, ni mu. En fin, una pena; de la comunión de los santos, para nada lo tiene en cuenta.  No hacen alusión a noticias sociales ni siquiera a las referidas a la misma Iglesia (no se leen la media docena de páginas más documentadas y que informan de temática religiosa).

ACTUALIDAD CATÓLICA