El destino

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            Un «maestro» director de un grupo de ciencias ocultas decía a sus alumnos:

           —Nada de cuanto os tenga que acontecer podréis cambiar, pues todo está de antemano escrito. El destino del hombre, de cada hombre, está en las estrellas. Un día al entrar a clase, un perro callejero le empezó a ladrar con pretensión de atacarle. Entonces echo a correr subiéndose a un árbol. Pero una de las ramas cedió rompiéndose…

           Al comenzar la clase un alumno le preguntó:

           —Según Vd. si estaba escrito que el perro le mordería le habría mordido, corriera a subirse al árbol o no; y si no estaba escrito que le mordiera ¿para qué subirse al árbol? No lo entiendo.

           Y el «maestro» dio por explicación:

           —Estaba escrito que el perro me atacaría y también que yo me subiría al árbol…Carraspeó, y siguió—: Estaba escrito que la rama se rompiera, y también lo estaba que callera salvándome al caer sobre el perro, matándolo, evitando que me rompiera los huesos y que me mordiera. ¡Todo, como ven, está escrito!

           —Y ¿el del perro? ¿También…?

           —En efecto,…

           Aunque no lo crean también dio una explicación exhaustiva sobre el destino oculto escrito en las estrellas para los animales. Desarrollo la teoría de la reencarnación. Y en poco más de una hora, explicó el destino del universo, sin dejar cabo suelto, en un prodigio de síntesis. Ni que decir tiene que la clase-reunión se prolongó más de lo debido; consecuencia de lo cual unos perdieron el autobús, otros llegaron tarde a casa cuando la familia ya había cenado por su cuenta, a otros vinieron a buscarles alarmados por si les había pasado algo, otros dejaron otras obligaciones… ¡En fin, cosas del destino! Un lio fenomenal.

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Esta es la parodia de los que tratan de explicar lo que suceden aplicándolo a algo tan etéreo e inexistente como el destino. Una buena excusa para hablar de un futuro irresponsable, como del azar de un pasado. Tantos los unos como los otros tratan de dar esperpénticas elucubraciones sobre lo que les compromete a asumir la responsabilidad de no dejar las cosas en manos extrañas, el destino y el azar.