10 razones por las que el Rosario es muy poderoso

 

El P. Dwight Longenecker, párroco de Our Lady of the Rosary en Carolina del Sur (Estados Unidos), compartió un artículo para el National Catholic Register con 10 razones por las cuales la oración del Rosario es una de las más “poderosas” para los católicos.

Los santos lo dicen. Los Papas lo dicen. El Rosario es un arma poderosa contra el mal. ¿Pero te has detenido a descubrir por qué?”, escribe el presbítero en la introducción de su artículo publicado en el National Catholic Register.

Aquí las 10 razones:

1. El Rosario involucra la voluntad

Sobre el primer punto, el P. Longenecker explica: “La voluntad humana es poderosa porque es una participación en el poder de Dios. Él nos da la voluntad de elegir hacer el bien o hacer el mal, y esa voluntad, en sí misma, es un arma poderosa en el ámbito espiritual«.

Es por eso que «Satanás busca esclavizarnos e incapacitar nuestra voluntad mediante adicciones. Cuando nuestra voluntad se une a la voluntad de Dios a través de la oración, literalmente nos conectamos con la fuente de poder de Dios”.

2. El Rosario es físico 

El sacerdote revela que cuando “usamos los aspectos físicos de la oración” -como adoptar una postura intencional o recurrir a sacramentales como “velas bendecidas, agua bendita, inciensos e imágenes o estatuas sagradas”, entonces “estamos utilizando herramientas que tenemos y que Satanás no tiene”, lo que significa una ventaja.

3. El Rosario involucra nuestras funciones lingüísticas 

El también escritor de libros espirituales recuerda que “Satanás no tiene los medios del habla física”; en cambio los humanos fueron provistos por Dios de “lenguas para alabarlo” y de “cuerdas vocales y aliento para hablar y cantar”.

“Por eso debemos rezar el Rosario en voz alta, moviendo nuestros labios. Esto compromete nuestros cuerpos físicos y nuestro intelecto, a través del cual podemos producir el habla”, añade.

4. El Rosario involucra nuestra imaginación 

El P. Longenecker detalla que cuando meditamos en los misterios del Rosario, involucramos la parte no verbal de nuestra mente, que se comunica a través de imágenes, “de una manera positiva y purificadora”. 

“A Satanás le gusta cautivar nuestra imaginación a través de imágenes pecaminosas. Estas imágenes se pueden comunicar a través de Internet, la televisión o cualquier estímulo visual, pero también quiere que nuestra imaginación se quede en imágenes que son destructivas».

Así pues, «nuestra imaginación puede usarse para fantasías lujuriosas, imaginaciones violentas contra nuestros enemigos o disfrutar de recuerdos negativos”, recuerda.

En ese sentido, el sacerdote dijo que meditar en los misterios del Rosario “limpia nuestra imaginación y compromete y usa la imaginación para promover la voluntad de Dios en lugar del mal”.

5. Recitar el Rosario a través del lenguaje lleva a la meditación

El sacerdote explica que “nuestras mentes generalmente funcionan en un modo lingüístico: usando el habla y los conceptos del habla para pensar en los problemas, pensar en el futuro, planificar lo que viene después, etc.”.

Entonces, cuando se reza el Rosario, la imaginación puede “limpiarse” con “la meditación”.

“Al rezar el Rosario, este canal de nuestra mente está ocupado y las puertas se pueden abrir a la imaginación y lo que yo llamo las partes ‘sublingüísticas’ de nuestro ser”, acota.

6. Con el Rosario se accede a experiencias de días pasados para sanar

El P. Longenecker comenta que “las verdaderas emociones son irracionales e inexplicables”, y, por tanto, es en “el área emocional del alma donde tenemos nuestras experiencias fundamentales”.

En el útero materno y en las etapas prelingüísticas de la vida, experimentamos la vida de una manera irracional y emocional«, señala el sacerdote.

«Mientras rezamos el Rosario y el canal lingüístico está ocupado y el canal imaginativo está ocupado, el Espíritu Santo puede acceder a las experiencias sublingüísticas, profundas y crudas de nuestros primeros días«.

Entonces, «si hay heridas y malos recuerdos emocionales, la Madre María puede sanarlos”, explica el presbítero.

7. Con el Rosario se aplican los “misterios curativos”

“He escrito más sobre cómo funciona esto en mi libro ‘Rezando el Rosario para la curación interna’, pero basta con decir que al rezar el Rosario, los misterios sobre el nacimiento, el ministerio, la pasión y la gloria de Cristo se abren y el Espíritu Santo los aplica a nuestras propias necesidades internas«.

«Donde hay impurezas, se purgan. Donde hay malos recuerdos, se curan. Donde hay heridas, el doctor Jesús y la enfermera María atienden nuestras necesidades”, destaca el sacerdote.

8. El Rosario es el arma idónea para la batalla espiritual

El P. Longenecker es muy claro en este punto: “Satanás odia el Rosario. Odia a María. Odia el Evangelio. Odia a Dios. Odia a Cristo el Señor. Odia la oración del Señor. Odia el Ave María«.

«Te odia cada vez que rezas el Rosario por lo que describí anteriormente, porque estás entrando en el territorio que él quiere reclamar como suyo. Él quiere controlar tu voluntad y tú le quitas eso«.

El diablo, precisa el sacerdote, «quiere controlar tus palabras, pero tú le quitas eso. Él quiere tener control sobre tu imaginación, pero tú le quitas eso. Él quiere tener control sobre tus emociones y tus primeros años de vida; tú se lo quitas”.

9. Se aplica a la vida real las mismas victorias sobre el mal relatadas en los Evangelios

El presbítero aseguró que “en muchos sentidos, los misterios del Evangelio dan vida a la victoria de Cristo sobre Satanás, y al rezar el Rosario podemos aplicar esas victorias contra la obra de Satanás en el mundo”.

10. El Rosario es accesible y fácil para todos

Finalmente, para el P. Longenecker es “increíblemente sorprendente” que Dios, a través del Rosario, genere una “curación muy profunda en vidas individuales y en el mundo de la manera más accesible y fácil”. 

No es necesario realizar largas sesiones de psicoanálisis o asesoramiento. En cambio, los hombres, mujeres y niños y niñas comunes pueden simplemente rezar el Rosario«.

«Todas estas cosas buenas suceden incluso cuando no son conscientes de que están teniendo lugar estos aspectos profundos de rezar”, subraya. 

Traducida y adaptada por Diego López Marina. ACIprensa

Publicada originalmente en el National Catholic Register