Pensamientos de Fe (95)

  1. La pérdida de inocencia, de nobleza, de buenos sentimientos y confianza supone incapacidad para creer, y por ende, para amar.   
  2. Cuando lo complejo ha sido sobrepasado se llega a lo sencillo, y la multiplicidad y pluralidad, a la unidad; como de la madurez, a la infancia. La infancia se admira de todo y todo lo cree posible.
  3. Los sencillos verán la luz. Danos, Señor, la sencillez. Que seamos sencillos para que veamos la luz. Se necesita de una traslucidez, de una pureza de corazón suficiente para vez el rostro de Dios que se ofrece.
  4. Los que están en estas últimas ideologías de nuevo cuño (de género… -entre otras y a las que san Pablo tildaría de fábulas-), que se desentienden de la ciencia y se resuelven contra natura, pretenden un imposible hacer saltar al ser humano fuera de su sombra. Una prolongación, de definitiva, de la rebeldía del Paraíso Terrenal. Un pecado mayúsculo.
  5. En nuestros primero padres, Adán y Eva, trataron de ocultarse pues sintieron vergüenza tras pecar; hoy hemos oí más allá: pecamos y no sentimos vergüenza, ¡tremendo! Nos paseamos desvergonzadamente por la tierra paradisiaca, ignorando la desnudez de conciencia.
  6. El Señor tuvo que mandar el Diluvio como manera de sanar un mundo abrumadoramente influenciado por los poderes inmundos; saneado, volvió con el tiempo a infectarse, y Dios sacó a Abraham de ese ambiente maléfico, y luego el Pueblo elegido, tras el descarreo del los hijos de Jacob, lo reeducó con Moisés, dándole los mandamientos o voluntad querida por Dios, para se santificaran. Aún así cometieron muchas infidelidad, adoraciones a seres inmundos, ídolos satánicos. Hasta llegar a Jesús, que insuflo vida, gracia y envió a Espíritu Santo, con Jesús decayó el poder de Maligno, por entonces había muchos endemoniados, poseídos. Ahora, en los tiempos actuales, los poseídos y el poder satánico ha resurgido…, como nunca.
  7. Este resurgir de las fuerzas demoniacas hoy día son más evidentes como nunca: no hay nada más que ver como el ser humano -en su versión occidental- desoye la voluntad de Dios, para hacer, burlándose de la voluntad divina, su palabra revela y su orden natural, lo que soberbiamente le da la gana -muestra de esto, de manera explícita y concreta, es la cultura de la muerte y del descarte-.
  8.  Cristo cuando se aparece en los Evangelios no es reconocido en primera instancia, ¿por qué, pues, nosotros pretendemos reconocerlo así como así? Cristo aparece en figuras humanas muy sencillas, elementales, de cada día.
  9. Pronto los que puede invadir el terreno personal, lo harán, aunque falten al sagrado concepto de respeto de la dignidad humana. El argumento de la seguridad a cambio de libertad es muy poderoso y convincente: ¿Quién se va a resistir a correr riesgos de que sea asaltado su negocio, atracados, secuestrados, asesinados, o violadas sus hijas, etc., si puede ser evitado por una exhaustiva seguridad -aunque esta suponga una eliminación de la libertad por un control férreo de las tecnologías?
  10. El amor nos hace débiles según el mundo Y la omnipotencia de este no le comprende. El fuerte, lo fuerte, ente Dios se torna débil, y lo débil, fuerte.

 

ACTUALIDAD CATÓLICA