Entre los muchos milagros de curación atribuidos al Padre Pío, algunos son tan extraordinarios y únicos que han sido objeto de mucha discusión y controversia en los círculos médicos. Gemma Di Giorgio es una “ciega de nacimiento”, que sanó con la intercesión del Padre Pío. Todavía tiene sus ojos sin pupilas, con unas opacidades blancas, ¡pero ve! Es “oficialmente ciega”, recibe el subsidio del gobierno como ciega, ¡pero ve perfectamente! En muchos milagros la persona que ha sido sanada vive una vida completamente normal, a pesar de que sigue teniendo todos los síntomas físicos de la enfermedad. CIEGA DE NACIMIENTOGemma di Giorgi nació el día de Navidad en 1939, en la localidad siciliana de Ribera. Casi de inmediato, su madre se dio cuenta de que sus ojos eran diferentes a los ojos de otros niños. La verdad era que Gemma era ciega. Su madre la llevó a un médico que no pudo determinar la gravedad de su condición. Ella fue referida a dos especialistas en Palermo. Se determinó que Gemma no tenía las pupilas de sus ojos, que nada se podía hacer por su ceguera, porque su condición era inoperable. La familia de Gemma estaba desesperada, y no había nada que pudieran hacer. Sus padres a menudo la llevaban al altar de María en la iglesia, y oraban por considerar que se necesitaría un milagro para curar a sus ojos. Una pariente, que era monja, aconsejó a la familia ir a buscar al Padre Pio. Su consejo dio a la familia un rayo de esperanza. La abuela de Gemma pidió a la monja que escribiera una carta al Padre Pío en representación. EL PADRE PÍO ENTRA EN ACCIÓNCuando la monja volvió a su convento, le escribió al Padre Pío para pedirle que ore por Gemma. Una noche, la monja le vio en un sueño. El Padre Pio le preguntó: “¿Dónde está esta Gemma para quienes se están ofreciendo tantas oraciones que son casi ensordecedoras?” En su sueño ella presentó a Gemma al Padre Pío y él hizo la señal de la cruz sobre sus ojos. Al día siguiente, la monja recibió una carta del Padre Pío en la que escribía: “Querida hija, puede estar segura de que voy a orar por Gemma. Le envío mis mejores deseos”. La monja fue maravillada por la coincidencia de los sueños y la carta que de contestación del Padre Pío, por lo que escribió a la familia y les animó a llevar a Gemma a ver al Padre Pio. GEMMA VA CON SU ABUELA A VER AL PADRE PÍOY así fue que en 1947, la abuela llevó a Gemma, de 7 años, a San Giovanni Rotondo a ver al Padre Pío, rezando y esperando todo el tiempo para una milagro En el viaje de Sicilia a San Giovanni Rotondo, la vista de Gemma comenzó a funcionar misteriosamente. A mitad de camino a su destino, Gemma empezó a ver el mar y un barco de vapor y ella dijo esto a su abuela. Su abuela, así como otros amigos que las acompañaban, se maravillaron, y comenzaron a orar. Sin embargo, el viaje desde Sicilia hasta el monasterio era muy largo y difícil. Mientras la abuela de Gemma reconoció el milagro que había ocurrido, seguía preocupada con la idea de buscar la intercesión del Padre Pío en la materia. SE ENCUENTRAN CON EL PADRE PÍOEn San Giovanni Rotondo, el Padre Pío llama a Gemma por su nombre antes de que la niña le fuera presentada. Él oyó su confesión, y aunque ella no hizo mención de su ceguera, le tocó los ojos con la parte herida de su mano, trazando la señal de la cruz. Al final de la confesión, él la bendijo, dijo, “Sii buona e de santa.” (Se buena y santa). La abuela estaba molesta de que Gemma se hubiera olvidado de pedir al Padre Pio por la gracia de la curación mientras estaba en el confesionario y se puso a llorar. Gemma también se molestó y empezó a llorar. La abuela fue a confesarse con el Padre Pío y según sus propias palabras, “yo pedí la gracia para Gemma y le dije a Padre Pio que Gemma estaba llorando porque, en su confesión con él se había olvidado de pedir esta gracia. Nunca olvidaré su voz suave y tierna cuando él me respondió con estas palabras: ‘¿Tienes fe, hija? La niña no debe llorar y tu tampoco debes porque la niña ve, y tu sabse que ella ve’. Comprendí entonces que el Padre Pío estaba aludiendo al mar y al barco que Gemma había visto durante el viaje y que Dios había usado al Padre Pio de romper la oscuridad que cubría los ojos de Gemma“. El mismo día, el Padre Pío dio a Gemma su Primera Comunión y volvió a hacer el signo de la cruz sobre cada uno de sus ojos. LOS MÉDICOS COMPRUEBAN LA CURACIÓNCuando Gemma volvió a Sicilia sus ojos fueron examinados de nuevo por un especialista. El médico, para probar a Gemma, levantó varios objetos en frente de ella y ella fue capaz de ver cada uno de ellos. Ella fue capaz de contar los dedos del médico a una distancia de cinco metros. Aunque sin pupila, tenía vista, podía ver. El médico declaró que los ojos de Gemma no estaban en condiciones de ver. No había explicación médica para ello. Muchos médicos de toda Italia solicitaron a examinar los ojos de Gemma. Esta extraordinaria cura, y la profecía que la precede, despertó gran interés en la prensa italiana durante el verano de 1947. Los ojos de Gemma continuaron mejorando y pudo ir a la escuela y aprender a leer y escribir. Ella fue capaz de conducir con total normalidad su vida. CONCLUSIÓNAunque todos los médicos no pudieron llegar a un consenso sobre el tema de la condición médica de Gemma di Giorgi, los hechos que pueden ser definitivamente establecidos son los siguientes: (1) Gemma di Giorgi nació con un defecto congénito grave de los ojos, (2) antes de que se realizaran las oraciones por Gemma di Giorgi al Padre Pio, su visión era o muy defectuoso o totalmente inexistente, y (3) después, aunque la estructura física del ojo se mantuvo sin cambios, Gemma fue capaz de ver normalmente a pesar de que oficialmente es clasificada como legalmente ciega. Simplemente mientras Gemma y su abuela viajaban a San Giovanni Rotondo para pedir la gracia de curación, la gracia vino a ellas a través de la intercesión de la oración del Padre Pío, antes de que incluso hubieran llegado a su destino. Dios, por sus propias razones misteriosas, quiso que sucediera así. Gemma ha recorrido el mundo contando su historia. Fuentes: In God’s Company 2, Signos de estos Tiempos |