Esta es la expresión de un sorprendido refugiado ucraniano al llegar a España. Es la mirada objetiva alguien que lleva diez meses aquí y que comprobó la realidad de la sociedad española respecto al hecho tradicionalmente religioso.
Muy desgraciadamente esta afirmación no nos coge de nuevas a los que habitualmente pulsamos la realidad religiosa de este país, al que se le denominó “tierra de María”, por su acendrada catolicidad: La advocación Mariana recorre España de norte a sur y de este a oeste; no hay ningún pueblo que no tenga alguna celebración dedicada a la Madre de Dios.
Esta es la declaración de esta persona ucraniana recogida por Infocatólica:
«Cuando llegamos a España», dice un refugiado ucraniano, «nos preguntábamos cómo nos llevaríamos con los católicos. Después de 10 meses aquí, sin embargo, no hemos conocido a un solo católico, así que ahora nos damos cuenta de que deberíamos habernos preguntado cómo nos iría entre todos los ateos».
La autora de Clarissa´s blog ha relatado en su entrada «Where are the catholics?» su conversación con un refugiado ucraniano en España. Al señalar su sorpresa por el bajo nivel de religiosidad en el país y el gran número de ateos, un comentarista y pregunta:
–«Seguramente los ucranianos habrían encontrado ateos en su país de origen, ¿no es así?»
Y responde:
«Por supuesto, pero lo que les resulta impactante es que la religión está completamente ausente de la vida de las personas en España. Después de haber sido un país definido por la religión durante toda su historia y hasta hace muy poco tiempo, España cambió de rumbo prácticamente de la noche a la mañana».
Lo cierto es que la apostasía de España en pocos años ha sido extraordinaria, y no es de extrañar las opinión de esta persona extranjera, que tenía una idea equivocada de la realidad del momento y que obedecía a un cliché de una catolicidad que ha existido, pero que ya no existe: La muy católica España -la de los místicos, santos, misioneros y grandes ordenes- ha dejado de ser sociológicamente católica, para ser en su mayoría un país sin práctica religiosa. Esta es la realidad, y estas manifestaciones de un persona que nos ha visto por dentro viniendo de fuera, corroboran lo que desgraciadamente venimos avisando en Actualidad Católica desde hace tiempo:
El Resto. España en camino de ese mínimo profetizado
España, país en decadencia imparable
La descristianización de España, y la recristianización
La ausencia de jóvenes en las iglesias
El enfriamiento definitivo de la fe
Signo de los tiempos: el enfriamiento de la fe
Es indudable que se está dando en muchas partes del planeta una apostasía de la fe, es decir, de bautizados que, si no explícita si en la práctica, viven al margen religioso, como si Dios no existiera. Lo cual abona la profecía de que «cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará fe en la tierra?» (Lc 18,8).
Seamos fieles al Señor, hasta el final, aunque seamos pocos; pertenezcamos al Resto y que Dios nos encuentre cuando venga con las lámparas encendidas, velando. «Señor, ¿a quién vamos a acudir? Tú tienes palabras de vida eterna» (Jn 6,68).