![]() Decíamos –aquí– que «el ser humano es religioso por naturaleza… Por eso todo intento de extirpar la espiritualidad… ¡fracasará!»; pero cabe la posibilidad de acabar con el ser humano como tal, acabando con su naturaleza espiritual, animalizándolo, reduciéndolo a instintos.
El Maligno y cuantos se han apuntado a sus filas trabajan con ahínco en el cometido de demoler la naturaleza genuina del ser humano. Desde la negación de esa naturaleza, sus leyes, su ordenación, hasta la confusión y el caos, y la expansión del mal… La labor está bastante avanzada. Hoy día se está dando un autentico proceso de aniquilación de la naturaleza humana, de su conciencia, de su esencia, de su alma o dimensión espiritual, que le hace ser lo que es. La moral y lo religioso por naturaleza está siendo extirpado de ese ser singularísimo llamado humano, a fuerza de hacerlo desaparecer. El ser humano, en la medida en que se aleja de Dios, en esa misma medida deja de ser él mismo. Es decir, que somos especie humana en cuanto que somos presenciados por Dios, agraciados divinamente. Somos portadores de la marca de fábrica «hechos a su imagen y semejanza». De modo que cualquier intento de revertir esta realidad en cuanto al ser humano, es quedarnos sin él, para convertirlo en otra cosa («un humanoide», «un bruto», «un bípedo implume «un simio ilustrado»,…). La naturaleza humana es así, nunca se ha hallado en estado de «naturaleza pura»; es más, cuanto más se «diviniza», se «asemeja a la divina», más ella misma es. Así se entienden las palabras de San Ignacio de Antioquia, cuando decía «cuando llegue al cielo, seré hombre»; por lo que en la realidad de esta vida nos hallamos en un estado de humanización progresiva (santificación), o deberíamos. Por lo tanto, sólo en el cielo será el ser humano tal y como Dios quiso que fuera. Y hoy día se está en esto: en el intento monstruoso de acabar con el ser humano. Cosa que no es nueva, sino tan antiguo como la existencia de éste; ya desde el paraíso se comenzó con este proceso infernal de volver al ser humano en un enajenado, en un extraño a su Origen. Como venía a decir el sabio Xavier Zubiri: El ser humano actual es un ser que se ha alejado de sí mismo, convirtiéndose en un extraño, no se autorreconoce, se ha enajenado y perdido contacto con la Realidad verdadera. Cosa que hasta el presente, se ha logrado de manera parcial; pero que en los tiempos actuales se han dado los medios o condicionantes necesarios para que tal pretensión se pueda llevar a cabo. O eso se creen. Cómo se está llevando a cabo este proceso demoniaco…, lo veremos en un artículo próximo.
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