Categoría: PERDON

Quinto domingo de Cuaresma. El perdón que salva

La escena del evangelio (Juan 8,1-11)  de la misa de hoy, quinto domingo de Cuaresma, nos presenta a Jesús enseñando en el centro del corazón de Israel, en el templo, y a todos los judíos. Todos le consideraban un maestro, y algunos le tenían por un profeta y otros por el Mesías. Jesús enseñaba abiertamente mostrando un rostro de Dios tierno y misericordioso, que contrastaba con el Dios legalista y exigente de los escribas y fariseos.

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La parábola del Hijo Pródigo (4º domingo de cuaresma)

En la liturgia de la misa de hoy, 30 de marzo, se lee el evangelio según san Lucas 15,1-3.11-32, (que pueden ver abajo). Es un párrafo rico, lleno de matices y sugerencias; pero para no alegorizarla la parábola, fijémonos brevemente en lo central del tema que es —como dice el mismo texto—:  «este hermano tuyo estaba muerto y ha revivido; estaba perdido, y lo hemos encontrado«.

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Amar al enemigo

En la liturgia de la misa de hoy, 15 de marzo, en la lectura del evangelio según san Mateo (5,43-48) Jesús nos dice que amemos a los que nos hacen mal, que recemos por ellos… Lo cual nos hace hijos de Dios Padre, nos «diviniza» en la semejanza de su santidad: «amad a vuestros enemigos y rezad por los que os persiguen, para que seáis hijos de vuestro Padre celestial», «sed perfectos, como vuestro Padre celestial es perfecto«.

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La otra mejilla. Bien por mal

Amar a Dios es hacer lo que El nos diga. Y esto es lo que nos dice en el Evangelio (Lc 6, 27-38) de hoy, 23 de febrero: devolver bien por mal. Aunque nos cueste «no hagáis frente al que os agravia. Al contrario, si uno te abofetea en la mejilla derecha, preséntale la otra», no nos queda otra alternativa, sino no entraremos en el reino de Dios, no le amaremos, no tendremos una relación de amistad con Él, no seremos semejantes a Él, no estaremos cumpliendo la vocación con que hemos sido constituidos: el de ser como Él es, santos: «sed perfectos, como vuestro Padre celestial es perfecto.» «Sed misericordiosos como vuestro Padre es misericordioso».   Seguir leyendo «La otra mejilla. Bien por mal»