Categoría: IGLESIA

Mons. José Cobo, arzobispo y cardenal de los descartados, que se olvidó de los abortados.

A sus  57 años y con prácticamente 20 años para jubilarse, el que fuera hasta hace unos días obispo auxiliar de Madrid ha sido sorprendido —como todos— de su nombramiento; de «una tacada» a arzobispo y cardenal; contando con el especial bagaje el haber sido el  obispo responsable de Migraciones en la Conferencia Episcopal Española.

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La sinodalidad de la Iglesia alemana la precipita su vaciamiento

El abandono de más de medio millón de los fieles de la Iglesia alemana pone de relieve el juicio que le merece la deriva final del camino sinodal germano. Es una censura por vía de los hechos, que es la más clara e irrevocable, es decir, que inequívocamente no se presta a reinterpretaciones interesas, los hechos son lo que son: Solo el año pasado más de medio millón de personas renunciaron a la Iglesia Católica en Alemania.. Esto es una debacle en un país que cuenta con 21 millones de católicos. Es la mayor apostasía que registra la Iglesia alemana en toda su historia.

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Nuestra fe en la Iglesia actual

¿Qué decimos cuando decimos «creo en la Iglesia»? No nos referimos a que confiamos en que todos los que la componen son santos. Tampoco a que no haya en ellos lobos con piel de oveja. Ni tampoco a que en ella se refleje siempre nítidamente el rostro de Cristo sin sombra alguna.


Nuestra fe va más allá de quienes forman la Iglesia, de quienes hablan en su nombre o la representan. Trasciende las modas y las dudas del momento, trasciende las épocas en que parece zozobrar o en que parece dudar de su propia identidad y misión.

Creemos con fe plena y certeza firme que Cristo está plenamente presente en su Iglesia y en que su Espíritu la guía, no a éste o aquel pastor en particular, sino a toda ella, en el conjunto del tiempo y del espacio, en las vicisitudes que atraviesa, aún en sus momentos de zozobra.

Creemos que el destino de la Iglesia reposa en las Manos del Padre, en que Ella no sucumbirá a los halagos ni a los ataques del mundo, en que saldrá victoriosa de todo embate y de toda duda. Ella, en su conjunto, es el Sacramento de Cristo en este mundo, y por tanto es Santa.

El mismo que ha asegurado que las puertas del infierno no prevalecerán contra Ella es quien cumplirá su promesa, hoy como ayer y por siempre. Y entretanto los fieles habrán de sufrir incomprensión, dolor e impotencia, pero transformarán todo ello en un sacrificio.

Eso es lo que han hecho los santos a los que han hecho sufrir quienes debían representar a la Iglesia. Obedecer, sufrir y orar por la Iglesia. Y así ellos se han convertido en el verdadero exponente de lo que la Iglesia es. Los santos y no los déspotas son la Iglesia perfecta.

Esta mediación particular, estos hombres y mujeres concretos con sus pecados, son los medios que Dios ha elegido para llevar a cabo su obra en el mundo. Para que se vea con claridad que una obra así viene de Dios y no viene de los hombres.

Esta es la Iglesia que estamos llamados a amar. Porque más allá de los juegos de poder está la voluntad del que todo lo puede. Él hará o permitirá lo que Él considere. Y si Él lo quiere, yo lo quiero. Aunque a veces no lo entienda. Eso es precisamente la fe en la Iglesia.

Jesús María Silva

ReligiónEnLibertad

El derecho y el deber a hablar

Trasladémonos al monte Carmelo y veamos (Reyes 18,20-39) al profeta Elías enfrentándose en a la corte de asesores (profetas de Baal) del rey Ajab, tratando que todo Israel ofreciera adoración a los ídolos baales en lugar de a Yahvé…. . Imaginemos a Pedro, Pablo y a los primeros cristianos en las catacumbas romanas predicando al Dios verdadero y único Jesucristo, al que se debe adorar y no a la corte de dioses romanos…; predicarían de no incensar ni sacrificar nada a los ídolos paganos romanos. Y nos preguntamos si los fieles que les escuchaban les recriminarían por «meterse en política» yendo contra la voluntad de los cesares de adorar a los dioses del imperio, ¿se les acusaría de estar haciendo sermones políticos, como se hace hoy día?

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