Estamos perdidos

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Negros nubarrones se ciernen…

El futuro de los derechos humanos en el mundo entero están en manos de ricachos progresistas: gente adinerada hasta las trancas que farda de ser de progre marxista y que «ignora» qué demonios la poseen.

Estos plutócratas, desde la sombra —entiéndase: oscuridad—, tratan de domeñar el mundo según su advenediza voluntad, a pachas con la clase política progre, sea del color que sea, pero que sea, eso sí, progresista (y en esto los hay de derechas —liberales—, que son más progres que nadie, y más de temer). A base de poner dinero y más dinero -y de conseguir más y más dinero- (¡oh, dios dinero!, «…no podéis servir a dos señores…»), por él, con él y a través de él son capaces de cualquier cosa…; hasta de trastornar a la Humanidad, encaminándola a la perdición.

Este progresismo que domina el discurso público es de un materialismo atroz, que une la materia monetaria y el materialismo marxista-comunista-; donde acaban dándose la mano Occidente y China. Una vinculación tremenda. Esto es, en definitiva, el Nuevo Orden Mundial (NOM), —o sea, la Masonería—, que cada vez más va despojándose de su careta: para globalizar al mundo en su pensamiento único: el espíritu del tiempo, el laicismo angostico, agresivo y cristianofobo. Nada que se halle fuera de esto, tendrá vida (tendrá lugar para ser y existir en derechos, que no sean lo que el NOM dicte).

Esta gente jamás dejará el poder —e incluso, es más, a la vista de todos: el de los gobiernos de los estados—, que cada vez se vuelven más autoritarios (convirtiéndose en seudodemocracias), para dirigir a la Humanidad, cual ganado lanar descarriado, hacia el redil pretendido.

A estos materialista atroces les da igual desmembrar o gasear a un nasciturus en el vientre de su madre –porque suponga un incordio– que aniquilar a un ancianito –descartable, porque suponga una molestia para los próximos o carga social–, …o “drogar”  la sociedad y esclavizarla, y confundirla con doctrinas antinaturales, inmorales y destructivas de la espiritualidad humana más noble; legislando leyes mendaces, amorales y aberrantes, fundadas en la sinrazón, al margen de  la verdad de la naturaleza humana. Todo ello aunque solo sea por el poder de ejercer el mal. Quien es del Malo, gusta de ejercer la maldad.

En fin, y para colmo, Estados Unidos –en manos de los straussianos–,  en una división interna con una deriva peligrosísima; Europa, moralmente decadente; los países musulmanes fustigando los derechos humanos; los países hispanoamericanos bajo el poder de los populismos izquierdosos;  la China ejerciendo su tremenda dictadura comunista aniquiladora de todos los derechos, y  perseguidora de la libertad religiosa, y con numerosísimos campos de concentración, –y todo ello sin que nadie la tosa, es más haciendo hipócritamente negocios con ella–, a lo suyo, esperando que la fruta madura del poder del mundo caiga bajo su mano; y todo esto bajo la amenaza de la guerra nuclear….

Mucho nos tememos que estamos perdidos. Porque las dimensiones que ha alcanzado el poder de las tinieblas es irreversible. Solo Dios nos puede salvar.

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