Que España haya tenido un papel relevante en la historia del cristianismo y de la Iglesia de Cristo es algo que Satanás no olvida: esta tierra que evangelizara el apóstol Santiago y en la que la Santísima María se apareciera en vida para alentar la semilla de la fe, y a la que acabará asignándosela, por la gran devoción a las muchas advocaciones a la Madre de Dios, como la «tierra de María»; y que luego arraigara la fe como uno de los principales -y sino el que más- de los países católicos, defendiéndola del protestantismo y siendo fiel al papado; así como previamente, la creación o proyección de grandes órdenes religiosas (Dominicos, Jesuitas, Carmelitas, etc.); otro papel fundamental de España fue en la defensa ante el islamismo, con la reconquista y la batalla -definitiva- de Lepanto; así como la evangelización de América, Asía, África, etc., con la gran vocación misionera de España; Otro, es el fenómeno singularísimo de los contemplativos, místicos y consagrados, y el gran número de santos… Esto el diablo no lo olvida, y está dispuesto a dar la batalla aquí, sabiendo lo que significa. Ya lo intentó en los años 30 del siglo pasado, donde muchos fieles católicos, especialmente del clero, fueron cruelmente martirizados.
Seguidamente, recogemos unas palabras significativas del papa emérito Benedicto XVI:
Días atrás (22 de enero) en la presentación del libro «La pérdida de España» del profesor Alberto Bárcena, Jorge Fernández Díaz, el ex-ministro de Interior de España, reveló una conversación que mantuvo en 2015 con el papa Benedicto XVI, en la que le pidió a su Santidad que dada la situación en que se encontraba la nación española que rezara por ella. Entonces el Papa «me interrumpió con toda dulzura y literalmente me dijo lo siguiente: `El diablo quiere destruir España´”.
Comprobando el impacto de sus palabra, Benedicto XVI explicó que «el diablo ataca más a los mejores y por eso ataca a España y quiere destruirla».»El diablo sabe lo que ha hecho España a lo largo de su Historia: la evangelización de América, el papel de España durante la Contrarreforma, la persecución religiosa durante los años treinta del pasado siglo».
Y luego, para tranquilizarle, añadió:»Tenga confianza, los enemigos de Dios y de la Iglesia hacen mucho ruido y están muy presentes en los medios, pero sin salir en los medios y sin hacer ruido hay mucha gente que reza. Y esa oración es muy poderosa». «Le voy a decir las armas por las que van a derrotar al diablo y no va a conseguir destruir España: la primera, la humildad; la segunda, la oración; la tercera, el sufrimiento… (y tras una brevísima pausa)… la devoción a la Santísima Virgen». «Y como en el evangelio del próximo domingo, tenga confianza. En el momento oportuno el Señor actuará». (Evangelio de referencia era el relato de la tormenta que puso en peligro la barca en la que estaban Cristo y los apóstoles, y el Señor calmó la tempestad).
La batalla, en estos tiempos tan importantes -y hasta definitivos-, está entablada en toda su crudeza: el proceso de descristianización en tan breve tiempo, el desprestigio y la desafección de la Iglesia son grandes. España abundan los ataques de anarquistas, feministas, abortistas y otros elementos de izquierda radical (a veces independentistas catalanes o vascos).
Pese a todo, España, por la sangre de sus mártires, por sus aún muchos monasterios y conventos con contemplativos y religiosos, por la muchas -especialmente mujeres mayores- que rezan el rosario, por sus generosos misioneros, por ese resto fiel de misa diaria, por los trescientos que mantienen el culto en las 60 capillas de adoración eucarística perpetua, por cuantos en el anonimato rezan cada día… Por todo ello, y por estar España consagra al Sagrada Corazón de Jesús, que prometió «reinaré en España…», al igual que La Virgen del Pilar de Zaragoza reveló que «permanecerá este sitio hasta el fin de los tiempos», y además por ser Tierra de María, y allí donde está Ella no entra el demonio. Por ello, por todo ello, España no apostatará ni perderá su fe.