
Hoy día 7 de noviembre, posterior a la consecuencia de los mártires españoles del siglo XX a consecuencia de la persecución religiosa entre los años 1931 y 1939, en que celebramos al beato carmelita Francisco de Palau, recordamos unas líneas proféticas de las que escribió muchas y que nos vienen muy propicias para estos momentos presentes:
“Las naciones al separarse del Evangelio han caído prisioneras, y el vencedor las ha ligado con sus cadenas de dominio. Satanás desencadenado y libre, “solvetur de carcere suo, exibit”, seduce todas las naciones». “El poder de los que combaten el catolicismo irá siempre en creces hasta llegar a su apogeo: en el terreno de la política, y de la fuerza material prevalecerá el enemigo, y la Iglesia santa perderá completamente el apoyo de los poderes políticos de la tierra. Solo con Dios, luchará contra todos los poderes del infierno, coligados con los políticos de la tierra, y vencerá por la acción inmediata de Dios. La caída del imperio del mal, y el triunfo de la Iglesia, sobre las ruinas de la incredulidad, será un cataclismo el más espantoso que hayan visto los siglos”.
Son estos tiempos difíciles para la fe: el enfriamiento de la misma de manera generalizada en todo Occidente y el empeoramiento de esta sociedad especialmente en el plano moral y de calidad humana, todo cuanto proceda de la religión cristiana está siendo ladeado, ignorado y perseguido.
Lo cual no debería extrañarnos: está escrito que el darle la espalda a Dios irá en aumento hasta el «final de los tiempos», en que quedará tan sólo un resto de fieles… -y viendo el aceleramiento de la apostasía y el aumento de la increencia, es muy probable que estemos en estos umbrales-.
La persecución religiosa, su fustigamiento y la coerción de su libertad es un hecho en nuestros días. En este sentido nos vamos a refreír a lo que está ocurriendo ahora mismo en España, lugar simbólico y legendariamente representativo del catolicismo, donde los poderes públicos progres (políticos, mediáticos, etc.) tratan de hacer lo más insignificante posible la importancia de la religión cristiana, así desde la enseñanza en los colegios, como en cuanto al patrimonio y la economía, como en cuanto al prestigio y buen nombre de la Iglesia, se trata de perjudicar lo más posible. Es decir, y en una palabra, que la persecución del cristianismo en la figura de la Iglesia Católica es un hecho hoy día en España.
Si en el periodo histórico de la persecución religiosa desatada entre 1931 y 1939, se produjeron más 8.000 asesinados de religiosos -llegando ya a la cifra de 2.128 mártires-, hoy día, esos mismos protagonistas, en sus herederos del conjunto del Frente Popular (socialistas, anarquistas, comunistas, nacionalistas e independentistas), que hoy se autodenominan Progresistas, andan procurando mimetizar su hacer contra la Iglesia Católica, persiguiendo a sus religiosos, para procurarles la muerte, sólo que ahora, civil. Antes fue a sangre y fuego, y en el momento actual, con su desprestigio y el odio social.
A este respecto les animo a que lean estos artículos:
«La infame y mendaz manipulación del informe sobre los abusos en el ámbito de la iglesia«
Tengo un amigo sacerdote que me contaba cómo vive este periodo amargo, me decía que él como otros conocidos y vecinos sacerdotes viven con una cierta angustia; por ejemplo, cuando celebra alguna boda, él procura discretamente aconsejar a la novia que vaya tapada con un velo el escote, si lo lleva; por el hecho de que hoy día hacen todo tipo de fotos con cámaras y móviles, y las fotos son muy traicioneras en el sentido de que engañosamente alguna de ellas puede aparentar que el cura aparece mirar el escote de la novia, y claro lo suben a las redes… Y este es tan solo un dato, luego existe el riesgo de que alguien, por animadversión u odio (que se está extendiendo) y pura maldad, te «denuncie», lance el público comentarios alusivos a la pederastias, a abusos, etc., referente a su figura… y que lleguen al oído del obispo; lo cual, imagínate, puede ser tu destrucción como sacerdote. Otro dato es el siguiente: no puedes ya viajar en trasporte público identificando como religioso, con hábito o alzacuello, pues amén de que te miren con desprecio te pueden soltar cualquier improperio como abusador…
Es decir, que con esta campaña sectaria se ha identificado a los religiosos como los únicos responsables de la pederastia existentes, y a los que hay que pedir cuentas y culpabilizar. Y esto cuando tan solo representan una ínfima parte de ese hecho abominable de los abusos a menores. La inmensa mayoría, el 99,8%, de ella no se responsabiliza a nadie ni se le presta la menor atención. De 45.000 denuncias, apenas un 100 hacen referencia a miembros de la Iglesia (de estas, solo 33 confirmadas), tan sólo se da publicidad estos pocos casos; en cambio, para los demás, mayores e importantes, como los que suceden dentro de la familia, los colegios públicos, instalaciones deportivas, internet, amigos y compañeros, vecinos, trabajo, campamentos, etc. De todos estos que de 1.000 son 998 no interesa, interesa solo el 2.
Como no había datos de victimas suficientes como para imputárselos a los miembros de la Iglesia, buscaron por tierra, mar y aire, y nada; luego pergeñaron buscar con una encuesta sondeo, como tampoco resulto tan de su gusto, es decir, lo suficientemente fuerte, escandaloso, elucubraron la estrategia de la proyección; lo cual era un disparate, pero valió para su objetivo: abrir los informativos con un clamor escandaloso en contra de la Iglesia.
La cosa está clara: es una total hipocresía, cargada de maldad, en un intento descarado y burdo por calumniar a la Iglesia con la pretensión de destruirla. Lo cual tiene una lógica diabólica tras la que se halla el Nuevo Orden Mundial (NOM), pues la Iglesia Católica es el bastión más serio o único a sus objetivos.
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Ante tan fragante y obsceno atropello de manipulación El Foro de Laicos de España ha salido en defensa de los sacerdotes:
Comunicado de la Comisión Permanente del Foro de Laicos de España
1.-Reiterar su posición en unión con el Papa Francisco de “tolerancia cero ante la peste” de abusos realizados por algunos miembros de la Iglesia. Igualmente condenamos los abusos realizados por personas ajenas a la Iglesia.
2.- Reiterar su cercanía a todas las víctimas de abusos, que son las que tienen que estar realmente en el centro. Como miembros del Pueblo de Dios, unirnos a la petición de perdónque hacen nuestros obispos.
3.- Recordar, también con el Papa Francisco, que hay otro tipo de abusos: los de conciencia y poder, el del trabajo de menores o el trabajo injusto de las mujeres e incluso en muchos países la práctica de la ablación a las mujeres Existe una cultura del abuso que es necesario revisar y cambiar: un solo caso de abuso ya sería escandaloso.
4.- Reiterar su agradecimiento y cercanía a los miles de sacerdotes, de religiosos y agentes de pastoral que, en toda España y durante décadas, vienen realizando una excelente tarea de acompañamiento espiritual, de permanente evangelización y de generosa entrega al servicio del Pueblo de Dios, de la sociedad y en especial de los más pobres. Por eso, nos duele y lamentamos que esta valiosa labor pueda verse empañada por el mal uso de datos extrapolados del informe publicado recientemente.
5.- Manifestar su apoyo a las medidas que, tanto desde la Conferencia Episcopal Española como en otros ámbitos eclesiales, se vienen tomando para trabajar en “la reparación integral de las víctimas y profundizar en los caminos para su protección, su acompañamiento y la prevención de los abusos”.
Comisión Permanente del Foro de Laicos de España
Madrid, 6 de noviembre de 2023