El aborto es lo más anticristiano que hay

María e Isabel

Esta es una verdad inamovible: una mujer encinta en su vientre lleva una vida humana. Esta es una verdad sagrada, irrevocable, sellada por Dios, un dogma de fe explicitado en la Visita de Virgen María a su pariente Isabel. Es palabra de divina.

En ese encuentro de esa dos mujeres embarazadas se pone de manifiesto la existencia de la vida de dos personas: la de Jesucristo, el Señor, y la de Juan Bautista, el hombre más importante nacido de mujer, según Jesús. Pues bien, estos dos niños (uno de 20 días, aproximadamente, y el otro, de unos 6 mes y medio), manifiestan que están vivos.

La vida en el vientre de la madre es sagrada, pertenece a Dios. De modo que el aborto es el pecado más grave que se puede cometer. Ningún cristiano puede substraerse a esta verdad dogmática, y cae en responsabilidad, aunque no se autor del aborto, si con su voto coadyuva a que se posibilite y favorezca este crimen.

Podríamos buscar razones o causas poderosas para apoyarnos, al margen de la revelación divina, como el hecho de que cuanto menos es una acción destructiva y de un ser indefenso, que repugna al sentir natural humano, etc. Pero no es necesario, con este sagrado texto es más que suficiente, evangelio de Lucas cap. 1:

36 Mira, también Isabel, tu pariente, ha concebido un hijo en su vejez, y este es ya el sexto mes de aquella que llamaban estéril,

37 = porque ninguna cosa es imposible para Dios.» =

38 Dijo María: «He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra.» Y el ángel dejándola se fue.

39 En aquellos días, se levantó María y se fue con prontitud a la región montañosa, a una ciudad de Judá;

40 entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel.

41 Y sucedió que, en cuanto oyó Isabel el saludo de María, saltó de gozo el niño en su seno, e Isabel quedó llena  de Espíritu Santo;

42 y exclamando con gran voz, dijo: «Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu seno;

43 y ¿de dónde a mí que la madre de mi Señor venga a mí?

44 Porque, apenas llegó a mis oídos la voz de tu saludo, saltó de gozo el niño en mi seno.

45 ¡Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte del Señor!»

No cabe duda ni entablar debates de si a tantos meses o semanas, etc., no hay vida humana y por lo tanto… No, el relato evangélico no deja margen a la especulación: ambos niños, de días o de meses, son plenamente vidas humanas.

Es vida es el mayor valor, contra el que no se puede atentar por más poderosa que se la razón.

Esto se tendría que recodar en las homilías con cierta insistencia; al igual que el hecho de los métodos abortivos, como son muchas anticonceptivos que pasan por ser inofensivos pero que en realidad aniquilan al ser ya concebido. Esta aclaración y toma de conciencia de los cristianos es algo a tener en cuenta. Al igual al hecho de apoyar con el voto a partidos abortistas, aunque se haga al del mal menor.

 

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