Apuntes a la crisis por la pandemia

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Breves reflexiones a la luz de la crisis -en todos los órdenes, pero especialmente humana- desencadena por el coronavirus.

  • Dice el refrán: No hay mal que por bien no venga. Cabe esperar que de esta crisis dolorosa saquemos alguna luz o consecuencia. El tiempo lo dirá. Pero tenemos nuestras dudas. Porque a ese refrán se le puede replicar con ese otro: el ser humano es el único animal que tropieza varias veces en la misma piedra.
  • Lo que sí es cierto es que Dios saca del mal bien. Y de esta crisis producto del mal o el Malo, el Señor es capaz de lograr algunos resultados positivos: del barro es capaz de hacer objetos bellos de alfarería. Dios no renuncia a actuar en cualquier escenario por muy adverso que sea, o precisamente por eso. El Señor ahí librar sus mejores batallas y consigue las mejores victorias.
  • Hay quien insiste en tratar de ver en esta dolorosa pandemia asesina en un castigo divino por lo malo que somos y para conducirnos al buen camino. Descartamos rotundamente que el castigo provenga de Dios, por la sencilla razón, sin entrar en más profundidades de lecturas teológicas y bíblicas -que también las habría-, de que Dios no va a conseguir corregir a los malos, escarmentándolos en la cabeza de los buenos, los inocentes, etc., los paganos están siendo los pobres, débiles, indefensos, etc.
  • Otra cosa al respecto: los mismos que afirman la autoría del castigo divino, a su vez insisten en que se rece para que Dios y sus Santísima Madre nos protejan del dichoso coronavirus. ¿Si es obra de Dios, para qué pedirle que deshaga tal y renuncie a su voluntad, como si no lo hubiera pensado bien? ¿No deberíamos de no rezar en ese sentido y dejar que se cumpliera la voluntad de Dios, tal y como pedimos en el padrenuestro?
  • Otra cosa es lo que se derive de una situación de crisis, que como su nombre indica, produce un decantamiento. Una situación que otorga tiempo, silencio, ruptura, la posibilidad de pensar…, tiene que llevar sin duda a algo: a veces para bien y a veces no; si se está en un proceso de deshumanización, como todo parece ser en los tiempos presentes, se posible que se corrija y haya alguna posible mejora; aunque parece que algo de eso se está dando, no es del todo cierto ni en la inmensa mayoría -según estadística: el consumo de pornografía por internet ha sido el material más consumido-.

Continuamos con la reflexión centrándonos en lo que estamos viviendo en España:

  • Un aspecto a calificar de negativo es la manipulación política de la crisis: en la algarabía de aplausos y ánimo que aún colea y que en origen tuvo su razón de ser por apoya a los que en primera línea se batían en los hospitales y demás contra el virus, ha derivado en un distraer a la gente de lo desprotegidos  por los dirigentes políticos incapaces de proporcionar los medios de salvaguarda de las vidas en lo medida de lo posible; ¡menos aplausos y más mascarillas! es lo que se tenía que reivindicar realmente a las 20 horas todas las tardes.
  • En este sentido cabe también mencionar lo de las diversas canciones y eslóganes de manual de autoayuda: resistiremos, vamos, adelante, saldremos todos juntos, no dejaremos nadie atrás, etc., etc. Haciendo al unísono la ola, en una mueca un tanto absurda mientras reina el dolor y el desconcierto. Saldremos todos juntos sin que nadie que se quede atrás: se olvidan de los que se han quedado en las tumbas o de los negocios y empresas desaparecidos y de familias rotas y arruinadas, de aquellos a los que la vida les ha cambiado y ya nada volverá a ser lo mismo.
  • Otra cuestión, en este sentido: la cantidad numerosísima de pequeñas empresas destruidas, negocios arruinados, comercios con las persianas definitivamente bajas, autónomos desesperados y pagando impuestos por una actividad inexistente y por unos ingresos no obtenidos, el grandísimo número de parados (y los que están por venir), etc. Todo esto, toda esta crisis brutal económica, lo están pagando el sector privado; el público, nada, como si nada hubiera ocurrido. Es más, piensan en sangrar aún más…., poniendo más impuestos; y no recortar gastos, en un país hiperinflado de cargos políticos y de funcionarios y empleados públicos. Para echarse a llorar.
  • Otra manipulación política vergonzosa: la ausencia de luto por los muertos, su ocultamiento, su ninguno y minimización del número donde no consta sino un 50% del número real -que en su momento se sabrá cuando se vean las estadísticas de los muertos y enterramientos de estos meses con arreglo a la sería histórica-. Lo cierto es que en los medios televisivos -todos ellos bien untados- no se muestra escenas de los muertos -tan dados que son a mostrar escenas lacrimógenas- y sí las salidas de algunos recuperados saliendo de la UBI en una escena con una coreografía de aplausos…
  • Otro tema, siniestro: la marginación sufrida por la gente de más edad. La mayoría de los muertos han sido en un casi 90% de mayores de 80 años; a los que se les ha privado de los medios médicos para dedicarlos a la gente más jóvenes. Algo vergonzoso e inhumano. Y más precisamente a esa gente que tras la posguerra levantó y construyó este país de bienestar que esos jóvenes han heredado. Ha si se lo pagamos: con una especie de eutanasia en frio. A esto se une un caso chocante: de los 40 mil infectos de los sanitarios -si aplicáramos la estadística proporcional de los muertos en general- tendrían que haber muerto un número considerable; en cambio, tan solo han muerto unos 40. En fin, llama la atención todo esto.
  • Otro asunto grave: el sometimiento brutal de la población a la voluntad policial del Gobierno, a base de atemorizar a la gente con multas y más multas; a lo que también se sumaban -ahora, sí- las televisiones difundiendo imágenes puntuales de casos, coadyuvando a ese estado de amedrentamiento. Un sometimiento a base de miedo más que un apelar a positivo del ser humano. Un sometimiento de un estado de alarma que llegó a ser de excepción. Un sometimiento de recortes de libertades abusivas y de vigilancia y monitorización, y que no retornarán en su totalidad a como fueron antes; porque cuando una Estado alcanza una posición o parcela de poder es difícil que vuelva atrás en todo el terreno ganado. Lo verismos, y veremos las consecuencias de todo esto.

En fin, cuando se retiren las aguas de este gigantes tsunami se verá el verdadero resultado de esta gigantesca crisis provocada por un invisible bicho.

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