Apariciones de la Virgen María y Jesús a Teresa Musco

manos de teresa musco

Teresa Musco nació en Caiazzo (provincia de Caserta, en la región de la Campania, en el sur de Italia) el 7 de junio de 1943, y volvió a la casa del Padre el 19 de agosto de 1976 a la edad de 33 años.

Alma escondida y privilegiada, solo conocida por el pequeño grupo que con ella convivió, por los sacerdotes que la asistieron espiritualmente, y los expertos que estudiaron sus fenómenos: teólogos, médicos, psiquiatras, psicólogos. Tuvo una riqueza increíble de dones y carismas que sobrepasan todo lo hasta ahora conocido. Está ya introducida la causa de su beatificación. 

Es una de las grandes estigmatizadas de estos tiempos, su vida está revestida con varios signos extraordinarios y mensajes recibidos, muchos de ellos guardados aún en sus diarios.

Tuvo apariciones frecuentísimas de la Virgen desde los cuatro años; desde entonces la presencia de la Virgen fue un acto constante en la vida de Teresa: la ayudaba en los trabajos domésticos, la enseñaba, la hacía compañía incluso para rezar.

Algunas estatuas de Jesús y la Virgen han derramado lágrimas de sangre. Nuestro Señor ha dado a 567 eventos, la Santísima Virgen 190 y los fenómenos en total, registrados y firmados por los testigos presenciales, fueron 757.

SUS SUFRIMIENTOS

Teresa es la menor de cuatro hijos de un modesto matrimonio de agricultores, Salvador y Rosina Zullo. Debió sufrir mucho a causa del duro temperamento del padre. El hombre, violento y colérico, golpeaba con frecuencia a la esposa y maltrataba a la hija, a quien no le creía.

En el año 1951, realizó su Primera Comunión, en ese mismo año fue operada y se puede decir fue el comienzo de su larga agonía.

Pero ya de pequeña Teresa anunció que tendría mucho que sufrir, que iría a varios hospitales y sería tratada por varios médicos. En 1956 y 1957 fue internada repetidas veces y sometida a diversas intervenciones quirúrgicas. Desahuciada, ella declaró: “Yo no muero tan pronto, volveré varias veces al hospital”. De hecho vivió diecinueve años más, muriendo el día y la hora por ella anunciados y a los 33 años también predichos.

El 1º de abril del año 1959, a la edad de 16 años, escucha a Jesús que dice: “Sufrirás sola y abandonada. Ten Caridad, humildad y paciencia. Deberás sufrir, callar y dar.”

Sufrió 117 operaciones de cirugía menor sin anestesia, porque se le formaban dolorosos abscesos que resistían a toda medicamentación incluidos los antibióticos, cuya causa la ciencia no pudo descubrir y que operados, al día siguiente las heridas estaban por completo cicatrizadas.

Cuando tenía tan solo 22 años de edad, le cortan una de sus piernas, esto fue una gran prueba de amor y dolor para Teresa, ella acepta la voluntad de Dios.

La Semana Santa del año 1969, tras perder el conocimiento, recibe en su pie y manos, los claros signos del martirologio cristiano, me refiero a los estigmas de la pasión de Cristo, que la acompañarán durante toda su vida.

 LAS APARICIONES

La primera aparición de la Virgen ante Teresa Musco tiene lugar el 8 de enero de 1948. Habiendo sido reprendida y castigada físicamente por su padre por haber salido de su casa semidesnuda bajo una fuerte granizada, recibió el consuelo de una ‘Señora muy bella’ que le dijo mientras la acariciaba: -“Mira, hija mía, tu padre hizo muy bien”.

María vuelve a aparecérsele el 12 de enero, y le aplica hojas de haba sobre el pie que se había quemado gravemente tres días atrás, diciéndole: -“No se lo digas a nadie: tu Madre te curará. Quédate tranquila”. La Virgen se le manifestó por tercera vez el 17 de enero, mientras estaba rezando en la iglesia, y le puso nuevamente hojas de haba sobre el pie quemado. Pocos días más tarde el pie estaba sanado y no presentaba cicatriz alguna. Como signo de gratitud, Teresa comenzó a hacer jaculatorias. María reaparece diciéndole: -“Hija mía, soy tu Madre que te guía por la senda que complace a mi dilecto Hijo. Estoy contenta con el sacrificio que me ofreces. Continúa”.

Desde entonces la Virgen se le aparece regularmente rodeándola de atenciones, como ella misma escribió: la Madre celestial ‘estaba conmigo cuando arreglaba la casa, cuando rezaba e incluso cuando jugaba sentía que me llamaba para que me entretuviese también con Ella. Cuando estaba enferma la sentía siempre cercana, y para mí era un consuelo y una protección. Lo único que me repetía siempre era: “Ofrece tu sufrimiento por los pecadores”.

La vidente llevó una vida de sufrimientos, aceptándolos como alma expiatoria; el 31 de agosto de 1957 recibió los estigmas invisibles que se vuelven visibles el 25 de octubre de 1968. A partir de 1955 Teresa registra en un Diario sus experiencias místicas. Es de destacar que la vidente era analfabeta, puesto que no había tenido la posibilidad de asistir a la escuela, ya que desde niña debió contribuir con su trabajo a la manutención de la familia. Fue la Virgen misma quien se hizo cargo de enseñarle a leer y a escribir guiándole la mano, desde el 25 de diciembre de 1948. Ya en ese mismo año la Virgen le había anticipado que iba a tener que dejar la casa paterna para trasladarse a Caserta. Lo que hizo recién el 8 de enero de 1968.

La mística tuvo numerosas visiones, entre ellas incluso la de su propio ángel custodio. La primera vez se remonta al 15 marzo de 1948. En aquella oportunidad el ángel la convocó a orar, a sufrir con alegría por la liberación de las almas del Purgatorio y por su salvación. Las manifestaciones angélicas se volvieron pronto cotidianas y, como apunta Teresa: ‘Todas las mañanas el Ángel venía a visitarme y me hacía rezar junto con él’.

Desde julio de 1948 recibe también apariciones del Niño Jesús. El 31 de julio el Niño le dijo: “Sufrirás mucho con tu familia. Serás incomprendida y maltratada. No temas, yo estoy a tu lado, y mi dulce Madre te llevará de la mano hasta que seas grande y puedas actuar sola. Dejarás tu familia para hacer mi voluntad. Sufrirás mucho, pero yo estaré siempre muy cerca de ti”.

María le ha dado numerosos mensajes, algunos de particular interés para la Humanidad.

Llega el año 1971 y las imágenes del niño Jesús comienzan a sangrar en su casa, hasta el año 1976. Mientras tanto su salud decae cada día más. En relación a estos fenómenos María le dijo: -“Hija mía, estas lágrimas mías llevarán a muchos a renovar sus corazones”.

Los mensajes que recibe Teresa hablan del gran castigo, la gran guerra, el tiempo de satanás a partir de 1972.

Un capítulo especial merece Fátima. Las primeras noticias sobre el contenido
del Tercer Secreto sólo empezaron a entreverse en 1963, mientras que Teresa Musco las recibió de la Virgen cuando contaba solamente 8 años, en 1951 o sea 12 años antes.

SUS DONES Y CARISMAS

Extraordinarios fenómenos ocurrieron en su persona y su casa durante toda su vida, estigmatización, lacrimaciones de sangre en imágenes de su devoción (de un Niño Jesús del Sagrado Corazón); existen fotografías de estos fenómenos y testimonios de doctores y analistas que confirman su realidad. Dos especialistas (P. Roschini y P. Gallo) han escrito tratados sobre los fenómenos.

Tuvo bilocaciones; éxtasis; estigmas de la pasión; sudor de sangre en varias imágenes de su devoción; aparición de objetos materiales, dinero, alimentos y medicinas necesitados por su familia, muy pobre; clarividencia; conocimiento del futuro, incluso de su propia muerte que predijo ocurriría a los 33 años; diagnóstico de enfermedades secretas, no sólo en materia médica sino también de las computadoras más sofisticadas de la época; coloquios con la Sma. Virgen y personas invisibles en lenguas que ella nunca estudió, en especial “el arameo local de Nazaret”, inconfundible por algunas particularidades, como por ejemplo, las estudiadas por Dolllman y J. Jeremías, dictaminaron peritos que la escucharon; y sobre todo, don de profecía, con profecías ligadas al Tercer Secreto de Fátima.

Los éxtasis en que Teresa revivía los sufrimientos de la Pasión de Cristo recibiendo los estigmas de la misma, dejaban atónitos a los expertos en teología y medicina que los presenciaban y estudiaban.

El expediente de la causa de beatificación de Teresa Musco en el que también están incluidos todos sus escritos, tiene diez volúmenes y 3.000 páginas y revela sus fenómenos extraordinarios, así como los milagros ocurridos después de su muerte, en su tumba y en Castel San Lorenzo, casa de su hermano Luis Musco, en objetos que pertenecieron a Teresa.

Con relación a Teresa Musco, el P. Gabriel Roschini, consultor de la Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe, opinó: “En épocas de crisis de fe y de moral es más que lógico que haya de parte de Dios una llamada a la humanidad que se encuentra inmersa en las tinieblas del materialismo”. Y el Cardenal Siri opinó: “Los hechos son hechos y no se destruyen con la ignorancia y el sarcasmo. Estamos delante de una elocuencia poderosa… Es la Madre que nos avisa. Dios quiere que respondamos a tiempo de evitar lo peor”.

Traducido del italiano por Vera Chizzola

Fuente y texto completo: http://forosdelavirgen.org/473/apariciones-de-la-virgen-maria-y-jesus-a-teresa-musco-italia-8-de-enero/